Broadway, Buenos Aires y… ¿Arica?: Gnecco, sacúdete en tu cripta

19 Julio 2018

Personas se encuentran abocadas a generar lo que podría convertirse en un interesante punto de desarrollo: el arte. Arica, en la última década, le lleva ventaja a otras regiones.

Víctor Mérida Huerta >
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Usted podrá decir ¿qué tienen en común Broadway, Buenos Aires y Arica? Tan disímiles y distantes, lo cierto es que estas 3 ciudades tienen un punto en común que actualmente está subiendo los puntos de nuestro terruño a nivel cultural.

Mientras esperamos que la gente deje de portarse como orangután en ácido y ande destruyendo y rayando todo, hay otro tipo de personas que se encuentra abocada a generar lo que podría convertirse en un interesante punto de desarrollo: el arte.

Y entendamos el arte como la manifestación plástica o intangible de la cultura de un lugar, de sus tradiciones y costumbres, o de su creatividad. Arica, en la última década, le lleva ventaja a otras regiones en estos aspectos.

Haciendo teatro

Desde la aparición de los colectivos teatrales, hace ya más de 25 años en poblaciones (y con la creación de uno de los primeros centros artísticos abiertos y comunitarios como lo es “El Tren”, a manos de Adriana Cataldo y sus amigos), que hemos visto fluir el arte de las tablas mucho más cerca que antes.

Además, la reapertura del teatro municipal permitió el resurgimiento de alguna compañías suspendidas o vetadas durante la dictadura y la creación de nuevas agrupaciones con visiones modernas del mismo arte.

Asimismo, la libertad temática abrió nuevas posibilidades y así se fueron creando instancias como Arlequín Teatro, La Rueca para dar rienda suelta a la creatividad (entre varios otros).

Actualmente, y luego de largos procesos y cambios gubernamentales, ven la luz proyectos como el Carnaval Teatral y el Centro MB2 (por nombrar algunos) que apuntan a incrementar el desarrollo de las expresiones artísticas corporales y de interpretación a un nivel acorde a los tiempos.

Caso aparte es el crecimiento de las agrupaciones informales de danza, que podemos ver practicando todos los días frente a cualquier edificio con vidrios espejados. Autoridades: Es necesario prestarles la atención que se merecen, así como el darles apoyo para consolidarlos. 

Mira y escucha

El audiovisual no ha dejado indiferente al hambre artística de nuestros coterráneos. A través de la expansión de las posibilidades educativas, y no habiendo propuestas estatales de educación en el tema, muchos migramos a otros países a perfeccionar nuestras ganas de hacer cosas con la camarita.

Interesantes propuestas (y algunas paupérrimas, pero llenas de ganas) han visto la luz en ciclos municipales de exhibición, festivales de cine temático como el Arica Nativa y AricaDoc (entre otros) han dado piso y prestado ropa a la esforzada camada de nuevos artistas audiovisuales ariqueños, logrando piezas dignas de exportar, y generando una comunión pocas veces vista entre los colegas del área especializada.

Pocos saben que muchos ariqueños son responsables de producciones de nivel internacional y que pasan más tiempo arriba del avión que en los cafés de 21. Debo destacar a mi colega Rocío Romero, productora ejecutiva de Mimbre, con tremenda trayectoria y varios films premiados internacionalmente, como “Las Plantas” (que tiene más medallas que un tinto) y “Naomi Campbel”. También consigno a mi “no primo” Pablo Mérida, que dio vida a “El Estudiante” y “Agro”, un lujo a la vista y a la narrativa. Ellos, entre muchos otros, siguen dando la pelea “a pata pelá” frente a la poderosa y elitista realidad centralista del rubro.

Música, maestros

Y la que más actividades genera, la dejo para el último: La música local, en todas sus facetas y estilos. 

Desde aproximadamente el año 1998, que comenzaron a surgir proyectos más sólidos y en mayor número. Si bien antes de eso, existía una escena musical, esta no se caracterizaba precisamente por su originalidad. Bandas de cover era lo habitual y las canciones originales muy rara vez lograban llegar a la difusión radial, abundante en la época, o al único canal con su matinal que empezaba a las 12.

Sin embargo, a nivel underground comenzaban a posicionarse bandas com Tetranarko, Moska, Brazo, Índigo, Desván, Necrodemon (por nombrar algunas) saltaban a los escasos escenarios para mostrar que había creatividad y calidad musical. La mayoría, desaparecieron con el tiempo, pero las que perduran hasta hoy se han posicionado como referentes en su estilo y mantienen un público fiel, tanto en Chile como en el extranjero.

Asimismo, la aparición de agrupaciones como AricaMetal, AJA y ABRA (la asociación de bandas más antigua de Chile, aún vigente) impulsaron a la profesionalización de los interpretes a través de talleres y la colaboración de instancias como Escuelas de Rock, que dieron pie a la masificación de la música local, que vio su peak en el periodo 2011-2015 donde era más fácil encontrar música original que covers en los escenarios locales. Un éxito que se diluyó a manos de los de siempre: bandas tributo y la desidia administrativa de una gestión “sucupiresca”, por decirlo suave.

Lo bueno, es que el repunte viene de la mano de los más jóvenes, con interesantes propuestas con bandas como Yawares, Blax, Raishar, La Funeraria, Likancur, Egregor, Efecto13, Waldo Ponz, Intelectrica, Vórtex, Parada Mixta, Brendan Jordan y las propuestas solistas de Paulina Camus y Eingell Baltra, entre muchos otros.

Todos ellos han dado pie a que, saltando la ignominia santiaguina habitual por la música regional, ya se hable de Arica como “la nueva Conce”, en alusión directa a la prolífica escena musical local, que este año ya presenta no sólo artistas, sino la consolidación de incluso agencias como Yakana y sellos como Sub Andes, Pacífico Sur y Pagano Records, además de instancias de colaboración y apoyo como Impulso de Sonido y Festival Chinchorro

Libro albredrío

A nivel literario vemos los primeros atisbos de ficción pop de la mano de Andrea Palacios, mientras que en aporte a nuestra historia figura Hermann Mondaca y a nuestros relatos destaca cada lanzamiento de Patricio Barrios. Junto a ellos está la conexión entre Arica y Tacna como polo de desarrollo literario con ponencias, simposios temáticos, etc.

Para qué decir el calibre de nuestro Carnaval Andino "Con la Fuerza del Sol" y de la música folklórica, que siempre han sido baluarte de nuestra cultura.

Además del turismo, todo esto nos muestra que existe también la posibilidad de convertir Arica en una ciudad donde confluye el arte, la creatividad y la energía en todas sus posibles variantes, para así despegar de la parsimonia, salir de la pega y decir “hay tanta variedad, qué no sé por dónde empezar”.

Luis Gnecco, sacúdete en tu cripta.

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