Pedro Lemebel engrosa el selecto grupo de quienes no ganaron el Premio Nacional de Literatura

23 Enero 2015

Se debería hacer una nueva categoría nacional de aquellos que no ganaron el Premio Nacional. Pues más allá del legado cultural del autor, ha predominado en nuestro país hasta la forma de vivir, por sobre el fondo de la obra que nos entrega.

Gerardo Espíndola R. >
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La muerte de Pedro Lemebel reabre la polémica por los Premios Nacionales. El escritor fue postulado el año pasado para alcanzar la máxima distinción que entrega el estado al mundo de las letras, pero el premio quedó en Antonio Skármeta.

Y es que este galardón que antiguamente se entregaba todos los años y que después de la dictadura quedó restringido a cada dos años, ha dejado en este último tiempo a una amplia gama de escritores fuera de esta distinción. Ello se agrava, pues los premios son intercalados entre prosa y poesía, por lo que por ejemplo, un poeta debe esperar cuatro años tras la entrega del premio.

Pero pese a este escenario que no cambia y que le juega en contra a la literatura del país, el Premio Nacional está marcado por polémicas que van desde la discriminación, hasta graves omisiones, sin contar la fuerza del lobby al momento de la postulación. Sin reparos las mujeres pueden acusar de discriminación y la muestra es evidente, pues son solo cuatro las distinguidas en más de 70 años: Gabriela Mistral, Marta Brunet, Marcela Paz e Isabel Allende.

El caso de Gabirela Mistral, resulta más patético aún, pues Chile recién la reconoció con este premio, seis años después de ganar el Premio Nobel de Literatura.  El primer latinoamericano en alcanzar este reconocimiento, fue reconocido por el ojo europeo, para descubrir tarde su obra en Chile.

Cuando observamos las omisiones de este premio, podríamos armar una nueva categoría de los grandes escritores que no fueron premiados. Si bien, a algunos los atrapó la muerte temprano, como fue al poeta rancagüino Oscar Castro (muerto a los 46 años y solo 5 años después de instaurado el premio), es quizás injusto hablar de omisión en este caso; pero nos encontramos con otros donde casi no hay razones justificadas para tal exclusión.

Ver también: Murió Pedro Lemebel: La irreverencia de las letras no pudo contra el cáncer

Vicente Huidrobro, es uno de los casos más evidentes de esta grave omisión. El poeta que elevó a las cumbres nuestras letras, reconocido en el país y fuera de nuestras fronteras, también murió joven a los 54 años y ocho años después de instaurado el Premio Nacional, sin emebargo ninguna de estas razones puede justificar el que no recibiera el Premio Nacional. Puede entoces transformarse en ésta la primera gran omisión.

De ahí en adelante la lista suma nombres que forman el hoy distinguido grupo de grandes escritores que no ganaron el Premio Nacional. Entre ellos econtramos a Jorge Teillier, Enrique Lihn, Andrés Sabella, Isidora Aguirre, Fernando Alegría, Nicomedes Guzmán, Juan Emar, Roberto Bolaños, entre muchos otros destacados.

Necesario es reparar en el legado de otra de las excluidas, María Luisa Bombal quien dio a la literatura chilena y latinoamericana la inspiración sublime para lo que vendría después con corrientes como el realismo mágico. El escritor mexicano Juan Rulfo, confesó ser lector de la chilena y que sus libros fueron fundamentales para su futura creación. Pero ello no fue suficiente para el Estado Chileno, pesó más el prontuario policial de Bombal, que su legado cultural al mundo.

Quizás similar es el caso de Violeta Parra, de quien no se cuestiona lo magistral su trabajo musical y profundidad de sus letras. Su libro en décimas, su folclore y su irreverencia, pudo resultar muy pintoresco para la academia que ni siquiera la postuló.

En el caso de Lemebel al igual que las anteriores también la forma pesó más que el fondo. Su homosexualidad evidente, loca, mariquita y yegua era mucho para un país como el nuestro. Su voz que apagó el cáncer a la laringe, no censuró a su lengua inquisidora que batió y bateó a cuanto prejuicio de nuestro Chile de dictadura, transición y democracia. Su legado es ese, enseñarnos a mirar distinto a la patria, desde el ángulo que él supo mirar y crear.

La no entrega del Premio Nacional de Literatura parece haber hecho un favor a Lemebel, dejándolo en la vereda de los excluidos. Vereda cómoda para Lemebel, en la cual siempre estuvo acostumbrado a moverse y a caminar por el margen donde varios de este selecto grupo supieron siempre salir jugando.

Comentarios

Imagen de  Hans Fiebig

En el listado falta Miguel

En el listado falta Miguel Serrano, destacado escritor de la generación del '38, que se postulara el 2006 y único de su generación que no se le otorgó el premio nacional de literatura.