¿Qué sucede con nuestra comunidad ariqueña en el Teatro Municipal?

¿Qué sucede con nuestra comunidad ariqueña? Es la pregunta que me hago luego de terminar de ver el domingo pasado la Gala del Día de la Danza en el Teatro Municipal de Arica.

Aplaudo a cada uno de los colectivos y compañías que se presentaron, por sus números artísticos con toda la magia que los caracteriza. A quien no aplaudo es al público que asistió al segundo día de gala: intolerante, descuidado y que de manera desmedida contaminaron toda belleza de la muestra con sus múltiples distracciones.

Hablo de personas sin educación y sin respeto por un Teatro, un espacio artístico sagrado que se ha prestado para innumerables actividades que tergiversan el verdadero valor del lugar. Personas comiendo, contestando teléfonos, sacando fotos con flash, yéndose antes de que terminara la función, obstaculizando la visión de los demás espectadores, entre otras que podría estar enumerando por mucho rato.

Me retiré de aquel lugar con una vergüenza ajena del escaso respeto por los y las artistas regionales e invitados de otros lugares. Y también me retiré con la profunda reflexión de cuánta falta nos hace una formación de audiencia.