Más de 50 años unidos por la misma pasión: San Marcos de Arica [FOTOS]

Si empezamos a buscar historias de amor en cuentos que perduren tanto como la vida misma, se nos hace difícil hoy en día. Más aún, nos es fácil darnos cuenta que lo fundamental en una relación es poder alimentarla con cariño día a día, hasta forjar un lazo inquebrantable que ni en último respirar podrá separar.

Si a todo lo anterior lo sumamos una pasión que empezó a crecer con el paso de los años, con pequeñas citas de amor en el estadio que se conviertieron en una ceremonia que fin de semana tras otro los hace vestir de celeste, tenemos a don Manuel Munizaga, con su gorra y su particular radio, y la señora Ledda Avendaño, más conocida como “la Abuelita Futbolera”, con su bufanda que cubre los gritos de aliento al “Bravo”.

Para transmitir esa pasión de un hincha identificado por los colores, podemos hablar de íconos importantes de identidad en lo que a su club representa: del “minero” de Lota, la inmortal “bandita” de Magallanes, “El Palito” más conocido como el pirata de Coquimbo y, como no mencionar, a José Miguel Contreras, nuestro “Hincha Soldado”. Pero esta vez quisimos destacar a nuestro longevo matrimonio ariqueño, que nos da a entender que los dirigentes y los jugadores pasan, pero los incondicionales quedan, en las buenas y en las malas. Ellos son los verdaderos hinchas, esos que son los primeros en llegar y los últimos en despedirse de la cancha.

¿Cuánto tiempo de casados?

Abuela Futbolera (AF): “Somos del 65, tenemos ya 52 años de casado”.

¿Cómo fue esa celebración de los 50 años?

Don Manuel (DM): “¡Uhhh, Tremenda! Nos contrataron una burrita del año '20 (vehículo Ford) para pasearnos por la ciudad. Nos hicieron una fiesta en un local en el valle de Azapa”.

AF: “¡Oiga, no sabe nada!”.

Cuéntenos Doña Ledda.

AF: “Nosotros somos del mismo mes y el mismo día de cumpleaños: somos nacidos del 15 de diciembre. Coincidencias de la vida. Yo soy la mayor, pero con permiso de los presentes, él está más cagao (risas por montones)”.

Bodas de oro. ¿Cómo nace esta relación?

AF: “Es que este me metía mas chamullo. Mire, nos conocimos en una lucha libre, cuando venían al estadio de la Liga de empleados”.

-DM: “En los famosos Titanes del Ring, en esos años, los eventos se hacían en las noches”.

-AF: “Yo era media pituca, era más jai, más de clase. Yo vivía en la Santa María y Manuel era de la Tucapel, luego me puse más del estilo de él ( risas). En fin, así nos conocimos. Aunque usted no me crea, a mis 25 años no me dejaban salir sola con él, tenía que salir con mi hermana. Los pololeos de antes no eran como hoy, ¡se levantarían los muertos y se volverían a morir otra vez”.

Así empieza el pololeo.

-AF: “A él lo conocí por mi sobrina, ella me decía '¡mirale los ojos!'. Hubo una mirada y él me dijo '¿la acompaño a su casa?'. Después me llevaba manzanas, muchos chocolates, y ahí empezamos a pololear”.

Amor del porte de un estadio

¿Cómo empiezan a ir al estadio?

-AF: “Él iba solo primero”.

¿Y usted lo dejaba?

-AF: “Es que no me gustaba mucho el fútbol antes. Él me decía que lo acompañara, que sola en la casa puede haber un temblor o me podían penar... ahí le dije '¡ya, vamos!'”.

-DM: “Íbamos a los nacionales, en las canchas de Cerro la Cruz, La Morro y en el estadio recuerdo que se jugaba con 10 mil personas en las graderías”.

Háblenos de sus historias y anécdotas siguiendo a la “celeste”.

-DM: “Hay muchas. Recordamos Concepción, fue un viaje muy sacrificado. Llegamos a Santiago, estaba lloviendo y esperamos bajo la Torre Entel hasta las 2 de la madrugada. Luego viajamos toda la noche hasta llegar a la Octava Región, vimos el partido y nuevamente a Santiago. Después a Arica, cerca de 70 horas en bus. Bueno, también hemos ido a La Serena, Calama, Antofagasta, Iquique, Valparaíso, etc.”.

¿Han viajado con la barra?, ¿cómo ha sido la experiencia?

-AF: “Sí, los chicos han sido muy respetuoso, nada que decir. Siempre nos ofrecen un sanguchito, son muy buena onda los cabros”.

-DM: “'¡Que pare para hacer pichi!, ¡que pare para hacer pichi!', van gritando lo cabros. Y nos dicen: 'ustedes abuelitos en el primer asiento'; siempre han respetado eso”.

Jugadores que recuerden

-AF: “Hay varios, pero uno en especial, que siempre recordamos es Renato (González). Él nos trajo su hija cuando estaba guagüita. Queremos mucho a Renato, uno nunca se olvida de esas personas. Lo esperábamos con un tecito, un plato de porotos, con lo que hubiera”.

¿Cuáles son sus sueños con San Marcos de Arica?

-DM: “Que Arica suba a primera y se mantenga”.

-AF: “¡Que salgamos adelante!, ¡arriba muchachos!”

¿Tienen cábalas futboleras?

-DM: “Llegar temprano, unas 2 horas antes. Bueno, pero aunque lleguemos 10 minutos antes del partido, uno se instala igual”.

-AF: “Nosotros, las viejas, las viejas como yo, tenemos adelante nuestros asientos; siempre están desocupados antes de empezar el partido, porque nosotros estamos vendiendo el fixture o rifas. Un día un viejo se sentó y le digo yo: 'aquí se sientan los adultos mayores y éste es mi asiento, señor'; y él me respondió 'no me interesa quien sea usted, aquí me siento yo'”.

-DM: “Pero la gente le empieza a decir que se pare, que ahí se sienta la abuelita futbolera”.

-AF: “El caballero me decía que al asiento no era mío y, bueno, es verdad, ¡pero le pedí que por favor se retirara! 'Aún no me alcanza la plata para comprar la butaca, menos para la pintura, pero nosotros siempre hemos estado aquí', le dije. Fue tanta la presión que hizo la gente, que se tuvo que ir. Así es el cariño que nos tienen”

Después de tantos años dejando la vida por los colores, ¿qué le pediría usted al club?

-DM: “Ojala algún día, pudieran bajar los precios para la tercera edad, nos encantaría seguir apoyando al club por siempre”.