¿Humedal de Lluta o nuevo camino al aeropuerto de Arica? Mejor armonizar [FOTOS]

La iniciativa de la posible extensión de la carretera costera desde el Humedal de Lluta hasta el aeropuerto de Arica ha despertado el enojo de las agrupaciones ambientalistas. Claro que se debe preservar el Humedal por la importancia que tiene en el viaje de aves migratorias, por su fauna endémica y por ser uno de los pocos lugares de vegetación en su estado autóctono que nos queda en Arica. Sin embargo, existe en este enojo ambientalista quizás un fundamentalismo que no permite ver esta posible obra como una doble oportunidad para Arica, las que pueden ser complementarias.

Actualmente el humedal del Lluta presenta una tremenda vulnerabilidad. Cualquier persona puede ingresar a él, se realizan fogatas, algunos acampan en su playa, es usado como vertedero de basuras y escombros, irresponsables abandonan perritos que luego se transforman en jaurías que cazan aves y se comen sus huevos. No existe un PLAN DE MANEJO del humedal, en resumen, no hay un real cuidado de este tesoro natural y tan solo se realizan esporádicas rondas de inspectores municipales y jornadas de limpieza, pero solo en las 30 hectáreas que constituyen la Reserva Natural Municipal. Pero el humedal en realidad está constituido por 300 hectáreas, estando las 270 restantes totalmente desprotegidas.

Se acusa que la prolongación de la carretera costera esconde malvadas intenciones de construcciones turísticas y otros conjuntos urbanos y que esto significaría un aumento de tránsito que afectaría al humedal. Lo que no se destaca es que precisamente la prolongación de esta carretera daría acceso a decenas de kilómetros costeros, lo que efectivamente revalorizaría el área y posiblemente a futuro podría traer como valor agregado el unir Chile y Perú por una carretera costera, con un tremendo aporte a la economía de esta zona fronteriza. Si tantos beneficios pueden traer esta extensión de camino e intereses económicos posee detrás de él, se puede exigir también aminorar daños colaterales y de pasada revalorizar y proteger el hoy tan maltratado humedal.

En la localidad de Ite, en la costa entre Tacna e Ilo en el Perú, existe un enorme humedal creado con las aguas residuales de la minería del cobre, el que se ha convertido en un atractivo de la naturaleza, construyéndose además el Museo del Desierto y el Mar, un gran paseo costero y miradores de hasta cuatro pisos, con telescopios incluidos para la observación de la fauna, todo un ejemplo que se podría seguir en Arica.

Una ciudad inteligente armoniza el desarrollo con la preservación de su patrimonio y el mejoramiento de la calidad de vida de su gente. La extensión de la carretera costera hasta el aeropuerto de Arica debe ir acompañada con un plan de manejo del humedal de Lluta, su preservación y valorización y una infraestructura adecuada, con medidas urbanísticas y normativas para su protección desde la costa hasta el acantilado de Villa Frontera.

Es la oportunidad de preservar este tesoro natural y potenciar el desarrollo turístico de nuestra Región.