Las Pymes son el corazón de la economía: O las cuidamos o "Nada quedará"

25 Abril 2018

Ser Pyme en Chile no es fácil, sobre todo si las empresas que podrían cooperar en su despegue son “poco sensibles”, por decirlo de alguna manera.

Mª Cristina Alfred >
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Para nadie resulta desconocido que este pasado año 2017 no fue fácil. Cuando creíamos que el mensaje se había logrado transmitir en materia de fortalecer a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), nos encontramos con un aspecto que pocas veces se considera cuando se establecen un sinfín de políticas que buscan como objetivo principal su incremento y su despegue: el pago de sus productos o servicios.

Lo anterior inquieta, sobre todo una vez conocido el Ranking de Pagadores que elaboran trimestralmente la Asociación de Emprendedores de Chile (ASECh) en conjunto con la Bolsa de Productos de Chile (BPC), donde si bien se logra percibir una mejoría menor en el último trimestre del año 2017, cuando se analiza y compara en base a un periodo mayor, éste revela un empeoramiento irresponsable de parte de las empresas grandes.

¿Tanto tiempo para terminar en una fría discusión...?

Es que ser Pyme en Chile no es fácil, sobre todo si las empresas que podrían cooperar en su despegue son “poco sensibles”, por decirlo de alguna manera. Es preocupante la situación que las empresas grandes de nuestro país provocan en las pequeñas y medianas, donde en promedio su periodo medio de pago llegó a 49 días el último trimestre del 2017; no obstante, el período desde el 2015 en adelante fluctúa entre 46 a 53 días promedio.

El problema que se plantea no deja bien parada a las empresas, esa es la verdad. Si apelamos a la importancia que significa para una pequeña empresa el pago oportuno para la continuación de sus operaciones, lo contrario las llevan a aceptar cualquier condición impuesta por las más grandes. 

El tiempo a veces mata...

Lo que quiero decir es que, a pesar del abanico de discursos y políticas que en los últimos años hemos escuchado de los diferentes gobiernos, al final no logramos un pensamiento común respecto la importancia que significan los aportes de la Pyme en el crecimiento y desarrollo de un país, considerando algunas demandas que la sociedad constantemente se encarga de refrescarnos como es la necesidad de la generación de empleo, búsqueda de igualdad, mayores oportunidades y mejor distribución de la riqueza. De hecho, si comentamos las restricciones que presentan las Pymes, encontramos en primera instancia el acceso restringido a las fuentes de financiamiento, sobre todo si se habla de crecimiento, desarrollo y supervivencia.

Algo así como la canción del grupo chileno La Sociedad, “Nada quedará”Eso pasará con las Pymes de nuestro país si no comprendemos que son el corazón de la economía, donde las grandes empresas deben dejar de financiarse a costa de las pequeñas. 

¿Ni las ganas de hablar a puerta cerrada...?

No quiero decir que las grandes empresas sean perjudiciales, al contrario; sin embargo, claramente se han hecho de un mal hábito cuando se trata de pagar a las Pymes en plazos éticos. Hay que entender su realidad, creando lazos de compensaciones mutuas y generando confianzas: ambas serán el mejor impulso para permitir la supervivencia y el crecimiento de nuestras Pymes.

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