Los daños agrícolas que provoca la sequía

30 Enero 2012

La sequía implica enormes desafíos para la agroindustria. Afecta el riego de los cultivos  y con ello la producción, perjudicando directamente la competitividad de los productores. Por Santiago Farinati, Gerente de Marketing para BASF Chile y Perú.

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Ya no es noticia que el problema hídrico está afectando a gran parte del territorio nacional, tanto en el sur como en el norte. Según los expertos, esta situación que se repite año a año, será aún más complicada para el 2012.


Se pronostican grandes problemas en términos energéticos, pues como es sabido, gran parte de la generación eléctrica es producida con recursos de cauces de agua. Además, este problema está causando grandes daños en las principales zonas agrícolas de nuestro país.


La sequía implica enormes desafíos para la agroindustria. Afecta el riego de los cultivos  y con ello la producción, perjudicando directamente la competitividad de los productores. Solo para los agricultores de la cuenca del Aconcagua se calculan pérdidas de 200 millones de dólares

 

Una de las zonas más afectadas es Coquimbo, donde los agricultores, al contar con menos agua, se ven obligados a disminuir las plantaciones, restringiendo así la producción. Esto significa un gran problema si consideramos que la región produce el 40% de las exportaciones de cítricos de Chile.  En la V región la producción de palta se ha visto profundamente afectada, al igual que los productores de trigo en el sur.

 
A nivel nacional el Gobierno ya está tomando las medidas necesarias para paliar el problema. Junto con Indap destinarán US$ 100 millones a la Ley de Fomento al Riego, además se invertirán  US$ 900 millones en la construcción de seis embalses.

 

Todas estas medidas suman, pero es necesario avanzar en el uso racional del agua y sobre todo en el riego eficiente.

 

Sabemos que nadie tiene la fórmula para terminar con la sequía, pero es fundamental  invertir e incentivar las propuestas que apunten hacia la solución de este problema.

 

Aquí la innovación es fundamental y los aportes de empresas en desarrollar soluciones para apoyar a los productores agrícolas, son clave.

 

En BASF hemos desarrollado a nivel global la tecnología AgCelence,  una innovadora tecnología presente en algunos fungicidas que al ser aplicados de manera preventiva, preparan mejor a la planta para soportar los duros efectos de sequías y heladas. Estos beneficios están comprobados en más de 10 cultivos en Chile.

 

El uso de esta tecnología  ayuda a aumentar la productividad del agricultor que anualmente está expuesto a dichos problemas, y constituye un aporte en la carrera por prevenir los daños que esta condición climática extrema genera a nivel nacional y mundial.