[Opinión] Nueva conmemoración del Día Internacional del Trabajo termina según lo habitual

05 Mayo 2018

Aunque en la región las demandas parecen ser similares en cuanto a reivindicaciones, las miradas de los principales actores son dispares y subjetivas dependiendo de la realidad de cada país y en el contexto político social que atraviesan.

Cristian Jofre >
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El martes pasado, se conmemoró una vez más a las trabajadoras y trabajadores del mundo en recuerdo a las víctimas de la tragedia obrera ocurrida en la ciudad de Chicago hace ya 132 años un 4 de mayo de 1886. Y que en el país del norte, lamentablemente, pasa sin mayores repercusiones en el espacio público.

La fecha, reúne como de costumbre a políticos, empresarios, trabajadores, cooperativistas y líderes sindicales; cada cual con sus respectivas banderas de lucha y respetables posiciones en cuanto al tema. Y aunque en la región las demandas parecen ser similares en cuanto a reivindicaciones, las miradas de los principales actores son dispares y subjetivas dependiendo de la realidad de cada país y en el contexto político social que atraviesan.

En el caso de Bolivia, el presidente Evo Morales Ayma con especial esmero anunciaba orgulloso a través de su cuenta en Twitter, los logros del MOVIMIENTO AL SOCIALISMO en materia de empleo. “Gracias a esta lucha hemos recuperado la patria, hemos subido el salario y dignificado a los trabajadores”, argumentaba publicando una seguidilla de mensajes en redes sociales. Y es que según cifras  oficiales, el país altiplánico terminó el año 2017 con un desempleo del 3.5 % y esperan reducirlo a un 2,7% en 2018. Cifras que en nada representan la realidad del país asegura la oposición y las decenas de colectividades de migrantes bolivianos residentes en Chile.

En paralelo, en la capital de la República Oriental del Uruguay la ministra de turismo Liliam Kechichián, se retiraba, molesta e incómoda tras la alocución de Gustavo Castelgrande, dirigente sindical de la Usina Termoeléctrica del Estado, convocada por el PIT – CNT – Principal organización de trabajadores de la nación Charrúa. La ministra del gobierno de Tabaré Vásquez, calificó las declaraciones del dirigente como “pobre de conceptos”.

Brasil, en tanto, lo enfrentaba con enconadas demandas callejeras organizadas por el Partido de los Trabajadores, pidiendo la liberación del ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, preso en Curitiba desde el 7 de abril pasado. Las principales agrupaciones sindicales del país del Orden y el Progreso, advirtieron que su encarcelación obedece a motivos políticos, pues la oposición lo ve como un serio oponente en las próximas elecciones e inéditamente ha sido encarcelado sin pruebas.

Mientras que en Chile el presidente Sebastián Piñera, recibía la 5ta conmemoración, del día del trabajo, como Jefe de Estado. La actividad como de costumbre lidera la Central Unitária de Trabajadores (CUT), aún encabezada por la militante comunista Bárbara Figueroa. Al parecer la Central no fue tan unitaria como se vino anunciando, pues muchos de sus adherentes se desprendieron del movimiento, formando la Central Clasista de Trabajadores y Trabajadoras (CCTT) que decidieron restarse de las actividades programadas por la CUT.

Bajo ese escenario, marcado por las divisiones, Figueroa llamó al gobierno a dialogar con los trabajadores, pero con una serie de exigencias. Lo que, obviamente, pone en duda de antemano el éxito del esperado diálogo por 3 simples razones:

  • Primero, el sector político al que representa Figueroa no es ni será condescendiente a un gobierno de derecha. Eso sí, y sólo sí, la bien o mal llamada consecuencia ideológica se impone a cada lado.
  • En segundo lugar, el llamado al diálogo bajo exigencias pre concebidas, a juicio de muchos, pudiera parecer algo inquisidor, más parecido a una negociación de rehenes que a un diálogo abierto tolerante justo y equilibrado, según la realidad actual del país.
  • Y por último, la fractura de la CUT con la creación de la CCTT.

Como era de esperar, esta nueva conmemoración del Día Internacional del Trabajo termina según lo habitual, es decir: Con muchos saludos, felicitaciones, asados, uno que otro incidente, trabajadores unidos, números artísticos, apasionados discursos, un pliego de eternas promesas incumplidas y escasos anuncios transversales por mejorar las condiciones de la clase trabajadora.

Imagen: Huawei / Agencia Uno