De la Ciudadanía y Otros Males

En esta necesidad por entender las transformaciones que han ido sucediéndose en la democracia y siempre en la búsqueda de nuevas conversaciones que aporten a la misión de profundizarla, -entendiéndola como toda acción que permita perfeccionar, desarrollar y fortalecer los mecanismos de participación ciudadana, formales o informales, sean estos transferencia e instalación de capacidades en grupos específicos o la alianza o asociación con movimientos que compartan los mismos valores que la organización no gubernamental en la que participo (Reactiva Chile)- me reuní con el periodista y gestor cultural Hermann Mondaca Raiteri para que me contara de primera mano la buena nueva que trae: un nuevo movimiento ciudadano, el Consejo de la Ciudadanía, que aboga por sobrevivir sin mecenas multimillonarios que regalen poleras con spots comerciales. Apuesta por aspiraciones y acciones honestas, por ir con las manos por delante o por ir sin ninguna mano por detrás…

En una charla a la que debería referirme más como un regalo o una tertulia, me presentó sus visiones de un Arica democrático. Coincidimos en muchos puntos, sobre todo en los referidos al estado de la democracia y a la ausencia de una ética respecto del accionar de los hombres embestidos o domados por la política, la pérdida de la voluntad solidaria y de los altos valores humanos, ideales desplazados en la práctica constante de la mezquindad, ideales que no alcanzan a ser inventados o reinventados por un amor por la política pública o mejor aún, por nuestra región. Los ariqueños, todos enmarañados en sus asuntos, en un laberinto de conceptualizaciones sin espíritu, todos raptados por deus ex machina y perdidos en los mecanismos de reproducción social del leviatán del centro del país.

Les comparto una síntesis en audio de nuestro encuentro no casual y de los pormenores de un Consejo de la Ciudadanía sin líderes políticos partidarios. Ahí les va.