Alcalde Espíndola: "El mall va a generar una crisis y, sin duda, también una oportunidad de reinventarnos en nuestro centro"

"Yo soy de los que siempre soñó con hacer una transformación en Arica y nos pasaríamos de estúpidos si no aprovechamos esta instancia", expresa con entusiasmo el alcalde Gerardo Espíndola (PL), mientras anochece en la Municipalidad. En cuatro meses, dice estar con las mismas energías que cuando empezó, a pesar del desgaste de campaña y de adaptación al ritmo municipal. "Lo que no se desgasta son las ganas de cumplir con el compromiso que se asumió", destaca junto a su equipo.

Este período ha sido de harto despliegue, por eso viste ropa semi formal y zapatos todo terreno, indumentaria que compone su sello. Y es esta la vestimenta la que lo acompaña mientras, de manera constante, piensa en la proyección de Arica, aunque su preocupación inicial es "ordenar la casa".

Como ha dicho con humor en diversas entrevistas -y parafraseando al grupo uruguayo Cuarteto de Nos-, "ya lancé piedras y escupitajos, al lugar donde ahora trabajo". Y bueno, de los medios de comunicación a la Municipalidad, "otra cosa es con guitarra", y aquí cuenta qué tan des/afinada la recibió; cómo ha sido el trabajo en este tiempo, y cuáles son los desafíos que vienen para Arica a 476 años de su fundación.

Nuevos hitos

- Siempre se celebra es el 7 de Junio, no así la fecha de la fundación de la ciudad, que va mucho más allá de la historia de Chile, ¿eso forma parte del sello de marcar nuevos hitos en la ciudad?

“Claro, la fecha de aniversario de la fundación para nosotros es relevante. Vas más allá del 7 de Junio, una fecha importante para el país porque se celebra un triunfo, pero que no deja de ser una acción bélica que siempre va a generar algún tipo de desencuentro. Por ello, a la fecha de la fundación hay que ponerle mucho más valor a lo que se le ha puesto hasta el día de hoy”.

- "Por sus actos los conoceréis". Observando este evento se nota una mano diferente. Habitualmente se trae artistas de afuera y ahora hay más talento ariqueño que -para la cultura local- no deja de llamar la atención positivamente.

“Nosotros en Arica tenemos artistas de calidad absoluta. Por dar un ejemplo, Edith Soza es una escultora, una mujer aimara, reconocida no sólo en el país, sino que también en Europa. Ella tiene sus talleres acá en Arica y en Codpa. Y fue con quien iniciamos nuestro ciclo ‘Teatro expone’, donde ocupamos el hall del Municipal para mostrar el arte de la ciudad. Y partimos con ella, homenajeándola, porque creemos es importante poner en valor a los artistas locales”.

“En el caso de los músicos, con BiblioCinema retomamos los ciclos de cine con libros, pero antes de la película se parte con un músico local. Y para el aniversario de Arica, lo mismo, lo que no quiere decir que no vamos a traer artistas nacionales o internacionales después”. 

“Hubo un compromiso de campaña que se llamaba ‘Trato justo y pago digno para los artistas locales’, entonces lo estamos cumpliendo de a poco. Cuando asumimos, uno de los pocos pedidos que yo hice era que tocara una banda de cumbia ariqueña y tocó la banda ‘De Pelos’. Tiene poco de formal en la asunción de un cargo, pero lo hicimos porque para nosotros era importante poner en valor y destacar a artistas locales como ellos”.

Economía y armonía

- En lo económico también están pasando cosas aquí en Arica, como la llegada del mall, del que hace poco se puso la primera piedra. En el discurso de esa ceremonia expresó que así le gusta la ciudadd, creciendo a través del comercio, más que con proyectos que podrían poner riesgo la naturaleza, como los mineros.

“Todo proyecto que esté en armonía con la naturaleza, va a estar siempre apoyado por la municipalidad y, por otro lado, lo voy a reiterar siempre: no queremos gran minería en Arica. Es parte de la consecuencia”.

“Hoy día somos la ciudad en Chile que tiene el menor número de campamentos, mientras que las tres regiones que tienen más son Tarapacá, Antofagasta y Atacama, que justamente se relacionan con minería. No queremos que pase eso aquí en Arica; no quiere decir que posterguemos a los campamentos, pero no queremos que haya más pobreza y la minería trae de la mano muchas carencias también”.

“Por eso destaco que las grandes inversiones que están ocurriendo hoy día en Arica son privadas y que van de la mano con las públicas, las que siempre en Arica se han destacado. Hoy en día estamos viviendo este contrapunto que permita ojalá balancear la inversión pública con la privada”.

- Con la llegada del mall, ¿cómo se adapta el centro?

“Para el centro es un desafío grande. Yo creo que el mall va a generar una crisis y, sin duda, también una oportunidad de reinventarnos en nuestro centro que está hoy día entre sucio, desordenado y peligroso”.

“El desorden del comercio informal es abismante, por eso estamos impulsando que todos los vendedores ambulantes se formalicen. Nosotros tenemos toda la disposición para ayudarlos, pero también necesitamos el compromiso de su parte, en el sentido de ponerle armonía a nuestro centro”.

“Nosotros somos afortunados de tener un proyecto con fondos del BID, ejecutados por la Subdere y la municipalidad, con los que vamos a poner valor en el casco antiguo. Se han comprado algunas propiedades, pero como no había un propósito muy claro, estuvo a punto de perderse, no obstante nosotros lo estamos agarrando con mucha fuerza, con unidad de planificación y de cultura, pensando cómo queremos que sea nuestro centro (…) No sólo poner el valor desde el punto de vista patrimonial, sino que de los barrios comerciales y residenciales”.

“Creo que el mall es la oportunidad de reinventarse en el centro. Cómo las ferias se hacen mucho más atractivas de lo que son, cómo mejoran su oferta, cómo limpiamos el centro y cómo el Paseo 21 de Mayo se convierte en un boulevard. Es decir, que no solamente se vaya a comprar, sino que a tomar un café, a visitar una boutique o un restaurante bonito. Cosas que hacen que sea una ciudad realmente turística y no un centro lleno de bulla con los parlantes de los negocios que no te dejan comprar, con artistas que respeten la acústica del sector y no contaminen. Si no nos reinventamos, el centro seguro se va a pique”.

- A propósito de reinversión, algunas voces críticas dicen "somos una ciudad en medio de dos zonas francas, estamos en desventaja frente a Iquique y Tacna". En contrapunto, está la corriente donde en vez de quejarnos, se invita a proyectar Arica. ¿En qué plano está la ciudad y de qué manera la gestión de la municipalidad puede aportar en eso?

“Primero, hay que observar cuál es la vocación que presenta Arica y, a grandes rasgos, se aprecia un gran interés por los sectores agrícola y turístico. Referente a eso, la municipalidad tiene que ponerse al servicio de sus actores para, de esta manera, mejorar las cosas, y me voy a detener solamente en el turismo para responder”.

“La municipalidad lo que menos tiene que hacer es invertir en turismo y lo más que tiene que hacer es generar las condiciones para que la inversión turística sea plena y no difícil. ¿Y cómo la municipalidad se pone a disposición? Teniendo una ciudad ordenada, una ciudad limpia, una ciudad iluminada, una ciudad segura. Debemos tener una comuna que se proyecte y que se piense y no un ‘callamperio’ que crece por todos lados. Y no lo digo de forma despectiva, sino que evitar edificios por acá, condominios por allá y casas por el otro lado, donde no ‘conversan’ una cosa con la otra”.

“Más que competir con las otras ciudades, debemos complementarnos para no tener una economía de supervivencia, sino que una de dignidad para Arica, que asegure trabajo y educación. Tenemos que comportarnos a la altura y para eso lo primero es tener ordenada la casa”.

La casa nueva

- Respecto a ‘armonía y casa’, un tema que ha estado en boga las últimas semanas ha sido el Edificio Consistorial al que aspira la municipalidad. ¿En qué lugar y cuándo sucedería?

“Lo primero que queremos es que la Presidenta Michelle Bachelet cumpla la palabra con Arica, referida a que durante su mandato vamos a tener un Edifico Consistorial. Sabemos que un edificio no se hace en medio año, pero necesitamos que se inicie. El Edificio Consistorial es urgente: gastamos más de $700 millones entre arriendo y mantención, plata que se puede invertir en otras cosas. Por ejemplo, a partir del 2018 regirá la Ley de Acceso Universal, que obliga a los edificios públicos a estar aptos para todo tipo de personas, independiente de si están en situación de discapacidad o no y la municipalidad solo puede hacer inversión en los edificios de los cuales es propietario”.

“Tres ejemplos: El Parque Colón dónde están los juzgados de policía, tránsito y turismo; el edificio donde está la dirección de obras municipales, y el edificio de Sangra, donde está renta y finanzas no son edificios municipales. Por tanto, no tenemos ni una opción de invertir ahí y nos van a multar. Entonces ya no van a ser $700 millones, va a ser mucha más plata”.

“Estamos hacinados en la municipalidad. Además, no hay más consultorios y, en ese sentido, ya está el proyecto de un nuevo Bertín Soto donde hoy está la Dirección de Desarrollo Comunal (Dideco). Por eso es urgente el edifico Consistorial para trasladar ahí la Dideco. Entonces, yo pido ahí a todos mucha generosidad para avanzar en este proyecto, que lleva postergado alrededor de 10 años”.

“En cuanto al lugar, yo no quería que fuera en el Parque Carlos Ibáñez del Campo y hasta el día de hoy me duele hacerlo. Pero ese sitio ya se desafectó como área verde, ya está para para hacer edificios y, si no somos nosotros, puede ser para cualquier otro. Tenemos hasta el 2020 para hacerlo con recursos del Plan de Desarrollo Zona Extrema, los que si no ocupamos, también se perderán”.

“Cuando hagamos el Edifico Consistorial, y se destruya esta zona, queremos que se trasplanten los árboles y el pasto. Quiero que la ciudad se compense con más áreas verdes, con el doble de las que están ahí. Ya se está trabajando para buscar otras áreas que se transformen en ‘pulmones verdes’ para Arica”.

En cuanto a ‘pulmón verde’, está avanzado el Parque Centenario en su recuperación, ¿tienen alguna fecha de entrega estimada?

“El Parque Centenario tiene que salir sí o sí este año en la primera etapa que es la que se está construyendo ahora. Nos han tocado algunos imprevistos que son complejos, especialmente con temas de patrimonio cultural. Se han encontrado canales prehispánicos y vestigios arqueológicos de momias por los que hay que paralizar la obra y pedir la autorización al Consejo de Monumentos Nacionales. Voy a pedir una reunión para poder agilizar los procesos. Arica no puede seguir esperando. Las empresas que están trabajando, pierden; los trabajadores, también pierden; tanto la municipalidad y como la ciudad, pierden. Entonces, hablaré para que el mismo Parque Centenario pueda transformarse en un espacio de puesta en valor de la arqueología y no se convierta en un ‘cacho’, que es lo que pasa en muchos espacios en la ciudad por tener una Ley de Monumentos que es bien obsoleta y que requiere con urgencia una actualización”.

Trabajo en equipo

- Estuvo del lado de los medios, siempre con ojo crítico y también propositivo, pero “otra cosa es con guitarra”. ¿La guitarra venía afinada?, ¿hubo que cambiar cuerdas?, ¿cómo recibió el instrumento llamado ‘Municipalidad de Arica’?

“La recibimos bastante desafinada. Es cierto, presupuestariamente la municipalidad no tiene deudas y eso yo lo valoro, porque no es la municipalidad de Valparaíso que recibió Jorge Sharp, que estaba realmente en quiebra”.

“Sin embargo, en temas de procesos, de personal e infraestructura, recibimos una municipalidad desordenadísima. Había personal inflado, en cargos que no se justificaban, por lo mismo hubo que hacer una reducción que fue dolorosa. Además, estaba sobrecargada de convenios desde el gobierno, que muchas veces no se revisaban y se recibían con una política de recibir solamente. También, había un desorden administrativo donde los sueldos de honorarios se pagaban muy tarde, una situación totalmente indigna”.

“Por otra parte, la infraestructura está deplorable y da pena, basta con ir a mirar el Fortín Sotomayor, el Estadio Carlos Dittborn, la Piscina Olímpica, el estado con el que entregamos al MOP la Casa de la Cultura, donde tuvimos que hacer una limpieza porque era una alfombra de caca de pájaro asquerosa y así una serie de cosas que vamos descubriendo y que nos han quitado más tiempo del que nosotros pensábamos”.

“También, nos llama la atención cosas que han pasado. Hicimos todo un proceso de desvinculación y hemos recibido demandas, que son válidas para proteger derechos, pero hay varias que no corresponden, que vienen de sectores cercanos y de confianza del alcalde anterior Salvador Urrutia, y eso es vergonzoso”.

“Esta situación no solamente les hace mal a las arcas de la municipalidad, sino que a la política y, sobre todo, a los trabajadores de Chile en general. Cuando empiezan a aparecer estos actores, que tuvieron la oportunidad para hacer las modificaciones, de mejorar las condiciones y no lo hicieron, para ellos la mejor forma de justificarlo es demandando a la municipalidad. ¿Realmente aman la ciudad o no?, ¿había vocación o no?”.

- Y los que siguen formando parte de la municipalidad, ¿de qué manera los revitalizas de energía? Porque muchas veces -y esta una sensación que tienen muchas personas- en el servicio público ‘se achanchan’.

“Esta es una municipalidad gorda, llena de gente trabajando y muchas veces pasa eso, porque cada gestión que entra no tiene la capacidad de trabajar con los funcionarios municipales antiguos, la capacidad de seducir, de invitar al proyecto y traen su gente nueva, que después la dejan ‘amarradita’ por atrás en diferentes partes”.

“Entramos con nuestra gente, obviamente, pero con poca. La mayoría del trabajo lo estamos haciendo directamente con la familia municipal que ya viene de antes. Por ejemplo, si miras la Dirección de Aseo y Ornato, cuánta gente entró de nuestra gestión, fue sólo una persona y el resto es toda la gente que viene trabajando hace tiempo. Estamos mejorando los procesos, a ratos la pasamos muy mal, discutimos, yo me pongo pesado, pero no importa, este es un proceso de transformación y que requiere respetar al funcionario de planta”.

“Si vienes con gente nueva y le pones un pie encima a los que están, ganando más ‘lucas’, y a veces sin las competencias, obviamente genera frustración y resentimiento al interior. Entonces, quien ‘paga el pato’ es la comunidad. En cambio, cuando entras con un equipo pequeño, de confianza, solamente las cabezas, empiezan a cambiar las cosas”.

“Llevamos recién cuatro meses, es súper difícil ver los resultados, pero ya se notarán. Nosotros todos los lunes tenemos reunión con todos los directivos de la municipalidad y yo diría que en esa mesa el 70% son gente que viene de planta o que han ganado concursos. Esa apuesta estamos haciendo, fortalecer lo que tenemos, aprovechar la experiencia (…) Estoy seguro que la mayoría de los trabajadores municipales tienen vocación, aman trabajar aquí y ven un hogar que tienen que cuidar, así que ¿cómo vamos a desperdiciar ese ímpetu?”

Abril, invitaciones mil

- Está comenzando la temporada de otoño-invierno de Iquique para el sur y Arica, a pesar del cambio climático, aún sigue siendo La Ciudad de la Eterna Primavera, ¿qué le diría a la gente que mira la ciudad como destino?

“Que vengan, hay playas todo el año. A pesar de todo, Arica sigue siendo una ciudad tranquila y económica. Aprovechen las ofertas de las líneas aéreas, es una oportunidad para arrancarse del frío y de la contaminación. Así es que vengan, somos ‘súper buena onda’. Creo que nuestra vocación agrícola hace que seamos, no solamente un oasis de vergel, sino que seamos también un oasis demográfico, donde el ánimo de la ciudad se siente de manera distinta al resto de las ciudades del norte”.