Cambio climático: Solo buenas intenciones

04 Julio 2019

Resulta un gran desafío que como país tercermundista tratemos de ponernos a la cabeza de una acción que deben liderar los países que contaminan, los países que emiten mayores volúmenes de metano o CO2 al medio ambiente.

Veronica Grunewald >
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La mañana del martes 2 de Julio fue presentada a la comunidad de Parinacota el anteproyecto de ley marco de cambio climático, a cargo del Ministerio de Medio Ambiente. El objeto de la ley es principalmente "hacer frente a los desafíos que impone el cambio climático, transitar hacia un desarrollo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero hasta alcanzar la neutralidad emisiones, aumentar la resiliencia a los efectos adversos del cambio climático y dar cumplimiento a los compromisos internacionales asumidos por el Estado de Chile en la materia".

Aunque difícilmente se encontrará concluido en todas sus etapas antes del encuentro internacional COP25 que se desarrollará en diciembre de este año en Chile, resulta un gran desafío que como país tercermundista tratemos de ponernos a la cabeza de una acción que deben liderar los países que contaminan, los países que emiten mayores volúmenes de metano o CO2 al medio ambiente. Aquellos países que han llevado la situación medioambiental al punto donde nos encontramos hoy.

Tengo la impresión de que llegan como desesperados buscando la clave, pero realmente no tienen ningún interés, ninguna intención de que las cosas cambien de verdad, porque no hacen los esfuerzos que deberían. No intentan disminuir sus límites de consumo ni cambiar sus estadísticas de producción. Entonces, "nos tiran el mono" ¿Qué significa eso? Significa que por un rato se deshacen de la molestia del tema para traspasarnos a nosotros y como buenos pobres aspiracionales, cogemos el mono y lo hacemos nuestro. ¿Qué vamos a inventar para reencantar a las élites científicas y académicas del planeta? ¿Qué nuevo les podemos ofrecer? Y aquí estamos corriendo haciendo que nuestros ministerios, autoridades sectoriales y organismos públicos se movilicen en torno a la gobernanza del cambio climático, a la gestión, a las estrategias, a los sistemas de información y al financiamiento.

Parece una mala broma de parte de los países desarrollados hacia Chile. Llevan reuniéndose desde 1972 (Estocolmo) hablando de lo mismo, con los mismos acuerdos, las mismas agendas, mismos temas: degradación medioambiental, reducción emisiones al medio ambiente, cuidado del agua, etc. Pero la verdad es que no les interesa, porque siguen sus pautas de producción y de contaminación en sus países, en sus territorios y también en los nuestros porque pagan por contaminar. Lo sabemos los ariqueños.

Y nosotros en el norte, en un pequeño poblado, un pequeño grupo de personas de pueblos originarios nos preguntamos ¿Quiénes conforman el comité asesor? Los científicos y académicos, la élite intelectual del país probablemente, pero ninguno tiene idea sobre cómo sobrevivir por milenios en el mismo territorio en armonía con la naturaleza. Observamos desde los 4000 metros de altura cómo depredan y no tienen conciencia y se reúnen para tratar de convencernos que, si quieren hacer cambios, pero en concreto no hacen nada. Esa es la paradoja.

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