Carta abierta: Presidente Piñera, le pido humildemente que se dé vuelta y mire Arica

Presidente Sebastián Piñera, con mucho respeto me permito con esta foto contarle que si se da vuelta verá Arica, la ciudad que por razones reservadas a la historia es chilena hoy por hoy, porque sí, Arica también es Chile.

Sabiendo que quizás es más interesante para su círculo social el mar, le contaré que acá en la tierra hay gente que tiene plomo en su cuerpo y también, lamentablemente, en algunos sectores los efectos terribles de la pasta base que se tomó las poblaciones en una época que no vamos a recordar mejor.

También sus calles pagan el costo logístico por años de ser el puerto de la salida al mar que tanto añora el presidente Evo Morales y que por tratado tiene libre tránsito. Pero eso usted ya lo sabe, porque finalmente eminencia académica es, y nadie le puede negar su inteligencia y habilidades. Bueno, sí quizás comunicacionalmente le Faltan asesores con mas pueblo y menos marketing.

Bueno Presidente, así podría decirle muchas cosas, incluso en algún momento no lejano en el pasado, la principal compañía de vuelos comerciales de nuestro país, que usted también conoce de cerca, desconectó las regiones del norte, dejando a la ciudad mas aislada del Chile que defiende en su rol de jefe de estado. 

Presidente, le pido humildemente que se dé vuelta y mire la ciudad, y le aseguro que entenderá que no es cualquier región que compone este país: es Arica, un paraíso en el desierto, no somos carne de cañón, ni el jamón del pan, acá son todos bienvenidos y tenemos el abaníco de colores en la piel, talento y una única Fuerza del Sol que nos acompaña en Eterna Primavera. .

Yo fui uno de los que le dio una nueva oportunidad con el voto para hacer lo que ésta Arica y Parinacota necesita. No se acuerde solo de nosotros por culpa del señor Morales y La Haya, que aquí se es frontera los 365 días del año y lo necesitamos. Nuestro enemigo no es Bolivia, ni Perú, nuestro aniquilador es el centralismo y ahí usted Presidente tiene más que hacer y poder de cambiar, incluso más que en la misma Haya que tanto preocupa a la capital.