¿En qué país quiero vivir?

03 Abril 2019

Quiero vivir en Chile... No quiero vivir en otro lado, quiero un Chile más justo, más unido, más educado, más consciente y por sobre todo, más informado.

Rafo Vargas M. >
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Es increíble todo lo que hemos visto estos últimos años en nuestro querido país, pero para entender todo lo que pasa y el porqué, primero debemos sacarnos nuestros colores partidistas, dejar de lado los ideales políticos y solo reconocer los hechos que, siempre en estas materias, encuentran susceptibilidades.

A veces cuando comienzo a descubrir cómo se fue forjando la historia de la humanidad, me fui dando cuenta que en nuestro origen esta la avaricia arraigada y ese deseo de siempre tener más, que nos ha llevado como sociedad a lo que somos hoy: un mundo personalista, competitivo, donde no existe espacio para los débiles, nuestra propia selva de cemento.

¿Por qué digo que debemos dejar de lado nuestros pensamientos políticos para leer esta nota? porque quiero que seamos lógicos y respetemos los hechos, no lo que viviste o les tocó presenciar. La historia de nuestro país y del mundo, siempre se ha escrito entre cuatro paredes, haciendo del derecho a elegir, una ilusión por quienes realmente han tenido el poder. Basta solo mirar unos años atrás cuando comienza la revolución marxista en Sudamérica, con pensamientos idealistas de entregar todo al pueblo en justa medida, igualdad y desarrollo, educación gratuita y de calidad para todos, estandarizar bienes de consumo y un Estado solidario para proteger las bases del socialismo, el cual fue desmantelado rápidamente por una potencia capitalista y desarrollada, que veía con cuidado la proliferación comunista en la zona.

Fue así como a través de bloqueos comerciales y una excelente estrategia comunicacional hacen caer al país en crisis mostrando, así como única solución, la intervención militar y el tan esperado por muchos sectores, el golpe militar. A esta altura ya tengo a varios que están pensando “este es comunista”, “este no vivió la UP”, entonces no saben y quizás, los que son del otro bando pensarán que soy de los suyos, todo por el pueblo y para el pueblo.

Mi lógica no me deja polarizar mi pensamiento, prefiero ver los hechos escritos y desclasificados en el tiempo, con cabeza fría para razonar y discernir la realidad de lo que te tocó vivir, que. Finalmente era este gran acontecimiento que marcó la vida de todos los chilenos y sus generaciones. Para mi gusto es aquí donde nace la gran tragedia socio económica que vive el país, ya que, consecuencia de la dictadura y la intervención de el tío Sam, gestor de todo esto, se experimenta con nosotros instaurando el famoso y único sistema Neoliberal.

Un experimento socio económico que nace de los denominados Chicago Boys y sus adiestramientos en el país que se autodenomina América, implantando una forma de capitalismo extremo, donde se privatizan hasta los servicios básicos para la vida civilizada, dejando la regulación del mercado a los mismos empresarios, donde la educación y la salud pasa a ser un bien de consumo mas que un derecho, donde la luz, el agua y los combustibles pasan a manos de privados, servicios que tal vez en su tiempo, no se consideraban de real necesidad pero que hoy son indispensables: las telecomunicaciones.

El broche de oro para entender el tremendo negocio que se hizo con este país del tercer mundo, es que somos los únicos en todo el planeta donde el agua, el recurso en esencia para mantener la vida, es privado. A esta altura de la lectura ya puedes darte cuenta porqué Chile está como está, o bien decir, ya lo sabía. Bajo esta lógica, es que tenemos el costo de vida más caro que los demás países sudamericanos y que muchos europeos, lo que es ridículo, sin dejar de lado el sistema de pensiones que ha empobrecido a nuestros viejos a ojos de todos, sin encontrar solución a esta gran estafa. Hoy por hoy perdimos la minería, el cobre en un 70% no sale refinado del país, lo que es una tremenda perdida, no pagan impuestos específicos en el rubro y tenemos el royalty más bajo de todo el mundo lo que no deja las ganancias que un país rico como Chile debería tener. El oro y la plata que se extraen también se la llevan y mejor no hablar del litio porque pareciera que a ninguno de nuestros compatriotas les importara, pero si te cuento que solo recuperando el cobre, podríamos aumentar en cuatro veces nuestro presupuesto nacional ¿qué me dices?

Hemos sido víctimas de un sistema abusivo que ni siquiera existe en donde se ideó este plan maldito. El capitalismo no permite la colusión entre empresarios ¡viva la libre competencia y la protección de los consumidores! es tan así que si te caes a un hoyo puedes demandar al Estado por no tener todo funcionando correctamente, ya que, para eso pagamos impuestos. Sin embargo, culpar solo al sistema sería injusto, ya que un grupo de civiles de ultra derecha que echaron esto andar, podrían haber sido desarticulados fácilmente con el retorno a la supuesta democracia, cuando nos prometían que volvería la alegría de la mano de los héroes de izquierda, demócratas cristianos, líderes sociales y todos aquellos que en más de 25 años no fueron capaces de cambiar nada, ya que, era mejor aprovechar lo que dejaba este sistema estando en el poder, finalmente terminaron vendiendo el país al mejor postor, sin importar los colores políticos que a veces tanto defendemos.

Hemos visto todo tipo de ´arreglines´ entre unos y otros, como el Estado finalmente se transformó en una agencia de empleo para operadores políticos, a los servicios que ya viciados por la clase política no tienen autonomía y son todos corruptos, quienes deben fiscalizar están tan metidos también que no tienen el poder para hacerlo, donde quien debería defendernos, nuestra justicia, ha demostrado que existen ciudadanos de primera y segunda clase, que según las influencias y el dinero que posees es el castigo que recibes, que también calló durante mucho tiempo, permitiendo abusos nunca juzgados y olvidados. Por ultimo no puedo dejar de mencionar a las instituciones de las fuerzas armadas y de orden, que han sido la real vergüenza de su forma indiscriminada de robar y permitir los abusos en todos sus aspectos, pero qué podemos esperar cuando nunca han querido reconocer nada, con una prepotencia y soberbia absoluta, estas en todas sus ramas están muy al debe con nuestra sociedad, dejándoles claro que el respeto no lo entrega un uniforme, el respeto se gana con servicio hacia la misma gente que juraron proteger y no atacar. Aún somos millones los que esperamos que pidan perdón por todos los delitos cometidos hasta ahora, humildad es la base del buen entendimiento.

Finalmente nuestra sociedad, que debido a todo este sin fin de hechos y acuerdos fundados en la avaricia del hombre sin importar sus ideales, no han permitido que un país rico sea igualitario, postergando la educación en los sectores más bajos, denominándolos marginales, haciendo del conocimiento y la cultura un privilegio, formando buenos trabajadores que puedan tener capacidad de endeudamiento, ya que, el ahorro es cosa del pasado, que no opinen, que no protesten porque es mal mirado, un país conservador que vive de las apariencias, como bien lo dijo un humorista, el chileno no lo dice pero lo pienso, un país divido entre polos políticos que no han sido capaces de mejorar nuestras vidas sino la de ellos, ´apitutados´ y amiguitos. Somos una sociedad que con las precarias herramientas sociales hemos tratado de sobrevivir, más que preocuparnos de un bien común, yo defiendo lo mío porque si no, viene otro y me lo quita; y seguimos celebrando al weón vivo, ese que se salta la fila, que encuentra la forma de evitar pagar, que le importa un rábano a quien lastime con tal de llegar a la cima, siendo este el indicador de éxito que hoy utilizamos, medido por cuánto dinero produzco y cuánto puedo consumir, pero olvidando que primero que todo, está el ser buenos seres humanos, empáticos con nuestra realidad y así dejar de ser cómplices de la ignorancia.

Quiero vivir en Chile, desarrollado y descentralizado, donde la educación, la salud y una jubilación digna sea un derecho, donde los servicios básicos para vivir los regule el Estado sin abusos, donde las instituciones sean eficientes y en pro de su gente, donde el poder judicial nos trate a todos por igual, donde los empresarios tengan límites y se proteja al consumidor, se fomente la familia y la vida sana, no quiero vivir en otro lado, quiero un Chile más justo, más unido, más educado, más consciente y por sobre todo, más informado.