A lo PSU: Si el Estallido Social tuviera 4 causas, respondería "Todas anteriores"

20 Enero 2020

En el estallido social actual, todas las hipótesis explicativas tienen también algo de verdad, y por eso estamos con la misma cara de consternación. En efecto, podemos numerar las 4 causas que hoy se barajan como si fuese un facsímil.

Rodrigo Muñoz Ponce >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

En algunas preguntas -muy pocas- de la antigua Prueba de Aptitud Académica (ex PAA, actual PSU) existía una alternativa que nos provocaba dolores de cabeza a los estudiantes, sobre todo cuando no teníamos muy claro su contexto o todas merecían algo de verdad. 

En el estallido social actual, todas las hipótesis explicativas tienen también algo de verdad, y por eso estamos con la misma cara de consternación. En efecto, podemos numerar las 4 causas que hoy se barajan como si fuese un facsímil:

a) Abusos históricos de la elite económica, mas rentista que productiva. Sí.

b) Abusos de la clase política (arribista toda ella, queriendo codearse con la primera) también. Puede ser que algunos hayan sido originalmente idealistas, pero el sistema de garantías, beneficios, sueldos y prebendas chilenas, terminaron por corromper, sobre todo a partir de los 90', a todos por igual.

Este estallido es social y en ningún caso proveniente de algún partido, por muy revolucionario que haya sido o muy progresista que pretenda serlo. Ahora, que quieran aprovecharse algunos porque algunas de sus consignas coincidan, en abstracto, con sensaciones que todos compartimos, aunque sea intuitivamente como la justicia social, es otra cosa. Pero esto es un movimiento de la sociedad civil, particularmente, principalmente en contra del Estado legislador, porque es quien ha institucionalizado el abuso señalado en las letras a) y b).

Los políticos actuales, al igual que los señoritos coloniales que querían acceder a cargos públicos para congraciarse con la nobleza de una Corona cada vez mas lejana, han cedido hoy, en versión rasca, a negociar leyes mendigando el raspado de olla. Las leyes, una de las manifestaciones políticas mas importantes de la soberanía nacional, convertida tristemente en moneda de cambio para intereses de los grupos económicos que se asumen como notables. Así, AFPs, recursos naturales, bosques, pesca y minería, carreteras telecomunicaciones y hospitales son los bienes públicos que se les entregan en concesiones enredando promiscuamente lo público con lo privado. Por eso ellos –los congresistas- son parte esencial del problema que ha causado el descontento social, transformado luego en estallido y ahora en desconcierto. Que el gobierno no tenga aceptación social no es novedad, pues es sólo una de las caras que muestra el oscuro poder que se esconde en un anonimato paradojal del congreso, que, lejos de ser representativa legítima de la población, hace años que actúa como asociación de intereses porpios. Así, este movimiento no es ni puede ser contra la misma sociedad civil, como hoy equivocadamente está ocurriendo con algunos jóvenes para llamar la atención de sus legítimas demandas en contra del sistema (también monopolizado por el Estado) de ingreso de la Universidad. Si quienes estiman que la PSU no es democrática, los involucrados deben trabajar por cambiarla, por último a través de un acto de real desobediencia civil, como habría sido no concurrir a rendirla. Pero impedir a los jóvenes que actualmente han trabajado en preparar la PSU y quieren darla porque han aceptado las reglas del juego es perjudicarlos doblemente. Impedírselos es es un acto de sabotaje contra la misma sociedad civil (la víctima) y no contra el Estado, el victimario. La revolución no puede comerse a sus hijos. Si se sabe distinguir esto, sin ideologías, sino con sentido común, se puede avanzar.

Recién el Consejo de rectores -otro grupo que flirtea con la elite y que hasta ahora estaba silencioso- dijo que la vía de judicialización podía provocar "perjuicios irreparables". ¿Irreparable para quiénes? Más irreparables, creo, es lo que el Estado ha venido haciendo con el sector mas desposeído de la juventud, que, digámoslo, al final hace que jóvenes deprivados socialmente ingresen tempranamente a trabajos mal remunerados o a cursos rápidos, incluidos, lamentable y paradojalmente, los puestos más bajos de carabineros. Así de contradictorio. Si el gobierno es inepto y no asegura el mínimo de garantías para que jóvenes puedan ejercer al menos la mísera opción constitucional del derecho a la educación y por otro lado, según el CRUCH, si la judicialización no se puede ejercer….¿Entonces qué?

Los tribunales chilenos, a pesar de su difuminada jurisprudencia, es, en este caso, el ultimo bastión para reclamar injusticias en base al recurso de protección. Si en un país donde las caras del Estado (ejecutivo y legislativo) están cuestionadas, entonces solo quedan los tribunales para hacer justicia en el caso particular. En el día de hoy no hay condiciones en este país -hasta el pronunciamiento de abril- para soluciones generales, sólo para los reclamos particulares. Es cierto que en este país que el que no llora no mama. Pero hasta ahora solo hay llanto y nadie ha conseguido mamar. Salvo los parlamentarios, que continúan con su taxímetro privilegiado corriendo, pese a ser absolutamente inútil el ejercicio de su cargo en estas condiciones. Ya he señalado que lo único decente que podrían hacer es dejar de percibir sus rentas mientras dure esta crisis. Un diputado que cobra en estas circunstancias constituye un enriquecimiento sin causa. Pero no me quiero alejar de las alternativas con que empezamos, de las cuales quedan:

c) La infiltración del Foro de Sao Paulo. Sí, puede ser verdad, aunque más que causa, parece ser que ciertos militantes aprovechan de colgarse del legítimo movimiento que ellos no han ayudado a generar. Desempolvarán su vetusto trabajo de cuadros y se unirán, esta vez con barriga abultada, a jóvenes  mercenarios extranjeros que todavía se creen el Che.

d) El lumpen. El saqueo tampoco es la causa, sino que simplemente es una muestra de lo que en todo tiempo y lugar ha existido: Aquel canalla que se aprovecha de la desgracia ajena y saca ventaja robando aunque se trate de una calamidad natural como un terremoto, un incendio o una inundación. Si bien el gobierno no puede seguir, cada semana, jugando al póker entregando al movimiento “la tuya y dos mas” como lo hacen los tahúres. El gobierno, sin duda, ha sido inepto, pero decir esto es como patear en el suelo a alguien que ha caído y poco ayuda.

Primera medida, entonces, a mi entender, para acabar con la raíz del problema: Los parlamentarios -todos-  debieran irse o, por lo menos, dejar de cobrar.

En segundo lugar, el gobierno debiera apoyar, mientras, a aquellas instituciones que hacen lo que la élite denomina el "dirty work", porque si no hay seguridad básica, no existe nada, ni siquiera podemos llamarnos Estado. Por lo menos, según Max Weber. Como existe miedo, el gobierno (hasta la palabra “gobierno” resulta hoy un eufemismo) debiera dejar, con todas las garantías, que se exprese la consulta ciudadana por la Constitución. Su resultado, sea cual fuere, deberá defenderse por el uso de la fuerza, pero no podrá ya soslayarse que la magnitud social de este movimiento, igual requerirá de cambios institucionales, aunque gane la opción negativa. El que gane la opción "No" en ningún caso significará seguir tal como si nada hubiese pasado. Miles de perjuicios se pueden causar si seguimos todos los sectores creyendo que tenemos la razón.

Este país no tiene muchas alternativas, asumamos que son todas las anteriores y por eso debemos asegurarnos de marcar nuestra opción, más que con sólo una verdad, con criterio y sensatez.