Un nuevo Chile a través de un nuevo Pacto Social

Las movilizaciones sociales transversales y pacíficas de la sociedad chilena por mayor igualdad, equidad y dignidad continuarán desplegándose nacionalmente y no se acabarán hasta que comiencen a acogerse sus legítimas demandas.

Esto requiere avanzar en un Pacto Social que sea acogido por el mundo empresarial, el Congreso y el Gobierno, y que tenga como principal protagonista del diálogo, a los movimientos sociales y ciudadanos. En un inicio esto requiere que se acojan sus legítimas demandas por pensiones más justas, por el mejoramiento de las condiciones laborales, por ampliar la gratuidad de la Educación universitaria y la eliminación de las deudas del CAE, por el fortalecimiento de la salud pública. Se ha llegado a un punto en que la sordera y la ceguera de las autoridades debe llegar a su fin y que los actores mencionados cesen de pensar que las movilizaciones se detendrán con medidas de fuerza y represión en un intento de vandalizar las legítimas demandas ciudadanas, aquello no contribuye a la búsqueda de soluciones y solo seguirá agudizando la lesión y el daño a los Derechos Humanos y dividiendo al país.

La salida a la actual situación requiere hoy, que los empresarios, el gobierno y el Congreso, abran su ojos y sus oídos, terminen con la sordera y la ceguera y acojan en un Pacto Social, las demandas ciudadanas que requieren necesarias reformas al sistema neoliberal. 

La Nueva Sociedad que se aproxima

En estos tiempos de crisis y de incertidumbres, se abre también un camino de Esperanzas, que terminen con la pesadilla de sueños no cumplidos.

En el escenario del Plebiscito de 26 de abril, después que gane la opción del Apruebo y Convención Constituyente, se deberían realizar las elecciones de los constituyentes en el mes de octubre, los constituyentes partirán de una hoja en blanco para diseñar la normativa de la casa de todos los chilenos y chilenas. Los constituyentes deberán redactar la Nueva Constitución en un plazo de nueve meses. Habrá que trabajar para buscar consensos con el objeto que el Estado de Chile consagre en la Constitución un Estado solidario, superando el Estado subsidiario, y que dicho Estado  garantice a nivel de Derechos, el Trabajo, las Pensiones dignas, la Salud, la Educación, la Vivienda y las Aguas de todos los habitantes.

Para construir una sociedad democrática, libertaria y solidaria, similar a las existentes hoy en Nueva Zelandia, Finlandia, Suecia o Alemania.

Todo aquello requerirá mucho tiempo, esfuerzo y diálogo, en el cual finalmente se establezca un marco institucional y un nuevo modelo de desarrollo, para los próximos cincuenta años.

Con Esperanza sostenemos que la construcción de un Nuevo Sueño es posible.