CIHDE realizó talleres de patrimonio arqueológico de comunidades precordilleranas de la región

03 Septiembre 2014
En forma exitosa se llevaron a cabo actividades de divulgación científica y asesoría para el estudio del patrimonio arqueológico en los pueblos de Socoroma y Belén de la precordillera de Arica y Parinacota.
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En el marco de un curso de Arqueología Comunitaria organizado por la Fundación Altiplano, los arqueólogos de CIHDE fueron recibidos en el poblado de Socoroma para dictar la charla titulada “¿Quiénes habitaron las tierras altas de Arica y cómo se relacionan con los habitantes actuales?”.

Thibault Saintenoy , arqueólogo CIHDE y parte del grupo que dictó la charla, comentó  que la actividad fue una gran oportunidad para generar un diálogo con los habitantes del pueblo de Socoroma.

“Presentamos la infografía “Arica y Parinacota: Historia Milenaria de un territorio multicultural” que resume de forma  interactiva la historia del poblamiento de la región. Además, la charla dio la oportunidad de generar una reflexión concertada respecto a la naturaleza y significado del patrimonio cultural arqueológico y respecto al interés de un museo rural para el potencial desarrollo turístico de Socoroma. El dialogo evidenció también los estrechos lazos que existen entre las prácticas ancestrales y las actuales, pues los mismos habitantes de Socoroma nos contaron sobre sus historias de viajes y de cómo era la vida durante su niñez. Fue una experiencia muy bonita que entrelazó la ciencia con la memoria ancestral”, indicó el especialista.

Magdalena Pereira, directora de Fundación Altiplano explicó que este curso nace luego  de la restauración de la Iglesia San Francisco de Socoroma, donde se producen diversos hallazgos arqueológicos en el perímetro, como fueron cerámicas, restos óseos y líticos en gran cantidad, por lo que los arqueólogos que ahí trabajaban no alcanzaron a realizar el registro correspondiente en el año de restauración.

“El tema del cierre de la parte arqueológica quedó pendiente, por lo que se postuló un proyecto al Gobierno Regional que incluyó  el término del registro de los hallazgos y la creación de un depósito arqueológico en el mismo pueblo de Socoroma,  que también fuera un centro de interpretación patrimonial y que albergara vitrinas para exhibir los objetos hallados más importantes, entre otro material”, explicó la directora.

De esta forma, los cursos de arqueología comunitaria conforman la parte más importante de este proyecto, porque está dirigido a la gente de la comunidad, lo que les permitirá administrar su patrimonio, protegerlo y resguardarlo.

Taller en Belén

Como parte de la misma iniciativa de poner la ciencia al servicio del desarrollo cultural de los territorios de las comunidades rurales, el programa “Altos Arica” (CIHDE, UTA, ARCHAM), encabezado por los arqueólogos Thibault Saintenoy y Marcela Sepúlveda, realizó actividades de divulgación científica y sensibilización para la protección del legado arqueológico de la historia andina del pueblo de Belén.

Dirigido a niños entre los 6 y 12 añosde la escuela rural de Belén, las actividades consistieron en un taller realizado en la escuela y en la visita del sitio arqueológico Huaihuarani que alberga los vestigios de un gran pueblo prehispánico, habitado antes de la fundación del pueblo colonial español. Las actividades contaron con la colaboración de las arqueólogas Daniela Osorio (CIHDE) y Katherine Herrera (UTA). Su objetivo fue recordar a los niños la importancia histórica de Belén en Arica y Parinacota y la importancia de proteger y estudiar el legado arqueológico de la historia andina.

Según explicó Daniela Osorio, el taller sirvió para explicar a los niños de manera simple y con imágenes, qué es la arqueología, qué es lo que hacen los especialistas del área, qué les interesa y cómo trabajan. “En la escuela, invitamos a los niños a realizar un entretenido viaje en el tiempo explorando de forma interactiva la historia de la región a través de la infografía “Historia Milenaria de un territorio multicultural. En terreno, la visita del sitio arqueológico les permitió  familiarizarse con la labor de los arqueólogos y tal vez despertar vocaciones para el futuro estudio de la rica historia de los territorios andinos de Arica y Parinacota”.