Conociendo la Glándula Pineal: ¿El tercer ojo?, ¿La glándula del espíritu?

Cuando hablamos de la glándula pineal, podemos abarcarlo desde varios puntos de investigación, desde el punto de vista biológico como también de la forma espiritual. Adelantamos esta temática para la venida de un experto en el mes de enero a Arica.

Primero, lo podemos abordar desde el punto de vista biológico: ahí hablamos de una glándula muy pequeña de solo unos milímetros de diámetro, que se ubica en el centro del cerebro en todos los seres humanos y los animales, y a la cual realmente nunca se le dio mucha relevancia, dado que a través de las investigaciones realizadas durante la carrera espacial se descubrió que esta glándula se comienza a atrofiar de forma natural a partir de los 7 u 8 años aproximadamente. Es su ciclo biológico natural y ocurre de la misma forma en absolutamente todos.

Se descubre además, que en los animales, por ejemplo, regula los ciclos de celo y en nosotros regula lo que se conoce como los ciclos circadianos, ciclos de sueño y vigilia. Luego, a partir de investigaciones de científicos norteamericanos e italianos, como el italiano Walter Pierpaoli, se descubre que una hormona que esta glándula produce puede regenerar tejidos, eliminar radicales libres y potenciar el sistema inmunológico.

Se trata de la hormona de la melatonina, que se hizo conocida como la “hormona de la eterna juventud”. A partir de esos estudios, se generan diversos intentos científicos de replicar o estimular la producción de la melatonina en el cuerpo, por ejemplo: a través de impulsos eléctricos, productos químicos, drogas, bebidas alcohólicas y exposición a luces estereoscópicas o colores específicos, pero cada uno de ellos dio resultados fallidos y/o transitorios, y muchas veces desfavorables o muy invasivos, que terminan acelerando su degeneración más que favorecer el proceso...

Otra área de investigación biológica de esta glándula, comprueba que su activación impulsa el aumento de la interacción hemisférica cerebral, trayendo como consecuencia el acceso a nuevas y mejores ideas, el control de la atención y de la concentración. Estas corresponderían a activaciones espontáneas e involuntarias de la glándula pineal o como decimos en lenguaje coloquial: se nos “prende la ampolleta”! Sin embargo, es también un resultado transitorio y no se podía controlar, hasta ahora.

Otro aspecto de investigación, nos remonta a tiempos inmemoriales de nuestra historia planetaria, desde donde se extraen textos y ritos (correcto uso en el orden de la energía), que se refieren a esta glándula como un símbolo sagrado muchas veces atribuido a la divinidad, dado que quienes lograban acceder a potenciar sus reales capacidades, accedían a conocimientos avanzados y capacidades superiores sobre el normal de los seres humanos.

Esto es algo sobre lo cual siempre se ha hablado, desde Oriente como el “Tercer Ojo”, en Egipto como el “Ojo de Horus” y toda la cultura precolombina y ancestral. Pues recién hasta este punto de nuestra evolución somos capaces de sacar el velo de misterio, esoterismo y exclusividad de la información que trae esta glándula desde nuestra historia planetaria, y traducirlo en una fórmula científica y muy sencilla, para acceder a toda esta información y lograr desarrollar todas sus capacidades.

Brevemente, les puedo comentar que esta glándula junto a otra glándula llamada Pituitaria, forman un circuito de nuestro cuerpo. Hablamos de circuito dado que todas nuestras funciones de procesan desde estímulos eléctricos y bioquímicos, haciendo de nuestro cuerpo solo un sistema de producción o un equipo electrónico perfecto, biológicamente muy avanzado, pero que estamos usando a un mínimo de su potencial.

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