Consulta Ciudadana de Arica: cuando la trascendencia nos mueve a decir lo que sentimos

“Eran las 15:30 horas y una persona se acercó y pidió a la encargada de local de uno de los lugares de votación que facilitaran el acceso a su padre que estaba enfermo y saliendo de una reciente operación. El hombre de unos ochenta años se demoró veinte minutos en poder expresar en la consulta, de doce preguntas, cuáles eran sus pareceres. Luego de hacer lentamente su voto, lo dobló, se levantó con dificultad de su silla, se le tomó de la mano, firmó el cuaderno de actas y se fue contento. Posiblemente esta persona nunca había podido asistir a alguna de las marchas que se habían realizado hasta el momento en Arica. Para él su voto era su marcha, quizás la marcha más importante de estos años de democracia en el país”.

Si bien participaron 21.095 personas, existió un número que no asistió a los lugares de votación. Las razones de la no asistencia pueden ser múltiples: es una consulta no vinculante, se puede identificar con un sector político, habían pocos lugares de votación o simplemente no se cree en consultas o votaciones, es voluntaria, etc. Lo que sí es cierto es que las miles de personas que asistieron a los lugares de votaciones lo hicieron con la clara conciencia ciudadana de buscar una forma democrática de participación. Solo así se puede explicar que algunas personas estuvieron largas horas esperando manifestar su parecer sobre la constitución y su parecer local. 

Cuando miles de personas se movilizan de sus casas, algunas en sillas de rueda, otras con alguna asistencia, cuando a funcionarios/as del municipio se les ve colaborando en el ordenamiento de las salas hasta barriendo en los lugares de votación, se puede decir que el deseo de expresarse, el deseo democrático de manifestar su sentir es auténtico y con sentido. Sin duda la expresión ciudadana del día 15 de diciembre fue una experiencia de sentido ciudadano. La experiencia de sentido que es motivada por el deseo profundo de un cambio en el relato nacional, puede ser la razón más importante del por qué miles de personas fueron este domingo a manifestar su sentir.

Es la experiencia de sentido y el deseo de un Chile más justo y verdadero el que motiva a que los voluntarios jóvenes, los voluntarios municipales y los ciudadanos que participaron en la organización de la consulta estuvieran ese día al servicio de que todo se realizara con orden y transparencia. Es la experiencia de sentido el que hace que la marcha se convirtiera en voto, en donde el grito se convirtiera en expresión escrita y porcentual del deseo de hombre y mujeres. Un voto silencioso de miles de personas son una expresión verdadera de un sentir profundo que no lo puedo borrar nada, ni el más grande de los dolores que una persona puede sentir. Sin duda, la marcha más grande de arica, el voto ciudadano es una expresión de la trascendencia más profunda en quienes por años han sentido el dolor de no ser escuchado. Felicitaciones al Municipio de Arica por regalarnos este espacio de expresión verdadera.

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