Cultura ciudadana: ¿"Ariqueño de corazón" o "Ariqueño sin corazón"?

05 Septiembre 2018

Hablar de cultura ciudadana, es hacerlo sobre un conjunto de conductas que comparten los participes de una sociedad. A su vez, determinan de manera directa la calidad de vida que tendrán los ciudadanos de una determinada ciudad, logrando ser un facilitador u obstaculizador de las normas.

Mª Cristina Alfred >
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Muchas veces para alguien que ha escuchado “Arica siempre Arica” o “Ariqueño de corazón”, tras caminar por la ciudad de Arica, estas frases le resulta por lo menos confusa. Si damos un paseo por algunos sectores emblemáticos, turísticos y transitados por el visitante o el ciudadano (el terminal del Agro, el centro, las playas, el Morro, avenidas principales y Azapa), el recorrido nos habla de la ciudad con sus hábitos, costumbres y estilo de vida... en definitiva, la cultura ciudadana.

Cultura es la palabra.

Pero para lograr entender este comportamiento ciudadano, debemos ir a sus orígenes, sin antes destacar los esfuerzos de la Municipalidad de Arica en el último tiempo en materia de limpieza, donde llamados como “hazte cargo de tu basura” llaman a la comunidad a respetar los horarios de la recolección para evitar que queden circulando y contaminando las calles. Por otro lado, encontramos constantes llamados públicos respecto a denunciar conductas como daño a los bienes públicos, rayados y robos.

Cuando se conocen públicamente hechos como el robo de un árbol, de flores y césped de diferentes plazas, destrucción de cámaras, luminarias y juegos, daños al Parque Centenario (a menos de un mes inaugurado), por nombrar algunas cosas, hace que una persona completamente ajena al sentimiento “ariqueño de corazón” se plantee: ¿Qué tipo de ciudadano tiene Arica? ¿Esta la ciudad preparada para ser turística? ¿Cómo se hacen cargo las autoridades de este peculiar comportamiento? ¿Deben hacerle frente? ¿Cómo el Estado responde a estas actuaciones sociales? ¿Cómo participan los colegios y universidades en educar a los jóvenes? ¿Qué pasa en la comunidad que permite estos comportamientos?, ¿Son "ariqueños sin corazón"?

Lo que pasa es que cuando uno trata de racionalizar este tipo de conductas en una ciudad que se encuentra realizando un esfuerzo respecto una propuesta turística con foco objetivo en la población de mayor edad o de potenciar algunos deportes como el surf y más, es por lo menos cuestionable que no se logre todavía cambiar y concientizar en cultura ciudadana.

Hablar de cultura ciudadana, es hacerlo sobre un conjunto de conductas, actitudes y percepciones que comparten los participes de una sociedad. A su vez, determinan de manera directa la calidad de vida que tendrán los ciudadanos de una determinada ciudad, logrando ser un facilitador u obstaculizador de las normas, derechos y deberes que una persona debe cumplir cuando se vive en sociedad y hace uso de un patrimonio común que fue gracias a un trabajo colectivo.

Es por ello que plantear la real cultura ciudadana que se presenta en la ciudad de Arica es una tarea claramente pendiente de todas las autoridades y de quienes se sienten ariqueños. Educar sobre el concepto es vital para la formación de la cooperación y corresponsabilidad, lo que permitirá tener ciudadanos capaces de tomar acciones por el bien común.

Lograr tener ciudadanos que tomen consciencia que los parques están para generar un espacio de convivencia seguro entre vecinos, jóvenes y niños, donde puedan realizar actividades libres que les permitan vincularse con su ciudad. Tener ciudadanos que comprendan que las cámaras de seguridad están para cuidar a la comunidad y no para ser destruidas. Lograr tener espacios como el terminar del Agro limpio en sus alrededores, con una propuesta que entregue valor a toda la historia cultural que refleja cada uno de sus espacios cuando el turista visita y prueba sus innumerables productos y sabores. Tener un centro y espacios cercanos sin ser utilizados como baños públicos por un segmento de la población que no quiere y no entiende del daño que hace a la comunidad. Tener un ciudadano que comprenda que los horarios para la recolección de basura se establecen para ser respetados y no debería la comunidad hacerse cargo de la basura de otros. Tener calles limpias donde cada cual mantiene y se preocupa de su espacio, generando con ello una imagen de preocupación y civilización de su comunidad, entre otras cosas.

Para que estos comportamientos logren darse o practicarse, significa que de una vez por todas se ha logrado el lazo entre el ciudadano y su entorno, situación que es por lo menos muy distante en la ciudad de Arica. Un sentido de pertenencia dormido, que sin darse cuenta impacta sobre las condiciones de vida de los hijos, jóvenes y adultos.

Por tanto, una cultura ciudadana será posible en la medida que existan responsabilidades compartidas en la educación de una población. Significa educar en el hogar y fortalecer, tanto en los colegios como en las universidades, la capacidad de amar el lugar donde se vive y contribuir a su mejora con conciencia en la convivencia y participación.

Todo lo planteado se logra entender con el estudio de la ONU titulado “Educación Ciudadana en América Latina: Prioridades de los Currículos Escolares” (2014). Allí se revela la baja priorización de los principios de Bien Común, Solidaridad y Cohesión Social que presentan los países estudiados: Chile, Colombia, Paraguay, México, Guatemala y República Dominicana. En el ámbito Ciudadanía, se puede constatar que los currículos privilegian inequívocamente los derechos por sobre obligaciones y responsabilidades de los ciudadanos.

Comprender lo relevante que puede ser la cultura ciudadana en el crecimiento y desarrollo socioeconómico de una región puede ser el punto de partida para unir esfuerzos y escuchar a quienes se sienten “Ariqueños de corazón” y quieren lo mejor para su ciudad. De este modo terminaremos con la falta de conciencia e ignorancia que lo único que hace es aumentar la cantidad de problemáticas sociales pendientes por atender en una ciudad que es la puerta de Chile.

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