En tiempos de Coronavirus, ¡a buscar se ha dicho! ¿Las monedas chilenas valen algo más? [FOTOS]

Aprovechando el hecho de estar en casa, imaginando alguna forma de entreter a la familia, se me ocurrió buscar en mi tarro de chauchas alguna moneda que saliera de lo común, quizás por alguna falla de acuñación (grabado o mal formación), o que haya sufrido algún golpe o daño.

Entonces, mientras me encontraba en ello con lupa en mano, me di cuenta de algunos errores  y como quise averiguar un poco más me puse a googlear.

En mi búsqueda me encontré con algunas sorpresas, las monedas de diez pesos tienen una infinidad de variantes (diferencias) y unas altamente coleccionables y obviamente que tienen un valor agregado.

Si hablamos de “escasas” salta de inmediato la moneda de 10 pesos de 1985, cuya cantidad acuñada por la casa de moneda de Chile, es pequeña en comparación con otras monedas de años posteriores, es por esto que esta moneda se puede encontrar en los sitios de ventas en internet a un valor elevado, esta ronda desde los 1.500 a 5.500 pesos según su estado de conservación, también  del mismo año pero otra moneda, la de 50 pesos la encontramos a un valor que ronda de los 1.000 a los 5.000 pesos.

Mientras estaba en eso recordé entonces que hace un par de años atrás salió la noticia de una moneda de 500 pesos que traía un error de acuñación o tal vez algo intencional, traía el número 2.000 grabado en ambas caras. Investigando más a fondo pude descubrir porqué se acuñó de esta forma; este fue un acto de conmemoración ya que por primera vez se reemplazaba el billetes de $500 por una moneda, acuñándose una pequeña cantidad de monedas de ese tipo.

Es por esto que su valor en el mercado se sobre valoro y llego a diarios y revistas a una suma superior a los 300 mil pesos, pero la realidad de aquella sobre valoración para el coleccionista nacional no superba los 70.000 o 100.000 pesos, esto ocasionó una revuelta de vueltos, literalmente hablando, muchos en sus casa deben haber estado de cabeza buscando en los tarritos o bien, rompiendo el chanchito por encontrar la preciada monedas, que para suerte de unos pocos estaba dentro de su hogar.

En fin siguiendo la narrativa, mi sorpresa fue enorme cuando pude averiguar  la información y detalles de algunas monedas y también su historia, algunas con un valor agregado y otras solo un valor sentimental, los detalles son muchos y las sorpresas que guardan estos ejemplares monetarios son bastantes y muy significativos, me gustaría ondear algo más en el tema pero mejor se lo dejo a su curiosidad.

Aprendamos la historia de nuestra nación a través del metal monetario acuñado, sobre todo si es con nuestros hijos que pasarán un momento entretenido revisando y  quien sabe a lo mejor en el viejo tarro de las chauchas nos encontramos con algún tesoro que nos hará ganas unas “luquitas” extra.