La naturaleza perfecta del científico entretenido

23 Mayo 2016

En su corto paso por Arica, el Dr. Bruno Grossi, uno de los pocos investigadores chilenos de biomecánica animal y morfología funcional, ofreció una charla inspiradora a estudiantes de distintos establecimientos, en la inauguración del Programa Explora.

Ada Angélica Rivas >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Fue el primero que llegó a la Sala Diego Portales de la Universidad de Tarapacá. Relajado, vestido en la clásica mezclilla y con su aliado computador para casi teatralizar su charla relacionada con dinosaurios y robots, además de explicar de qué se trata esta ciencia que se inspira en la naturaleza y ofrece soluciones para el ser humano, la biomimética.

Bruno Grossi fue el científico invitado por el Programa PAR Explora para dar inicio a la inauguración oficial de sus actividades en la Región de Arica y Parinacota. Él gustoso viajó desde Santiago por una tarde, una noche y un intenso medio día, donde conversó, accedió a decenas de fotos y entretenidas selfies con los estudiantes de los distintos establecimientos asistentes.

Este académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, es uno de los pocos investigadores chilenos de biomecánica animal y morfología funcional. Una buena razón para que el año pasado recibiera el Ig Nobel en biología, una especie de anti-Nobel, que entrega anualmente la Universidad de Harvard a los estudios más curiosos del mundo.

BIOMIMÉTICA EN GIRA

Grossi no deja a nadie indiferente, ni a un perrito café con leche que se le cruzó por el camino, mientras caminaba por los jardines de la Universidad de Tarapacá. Con sus charlas se conecta intelectual y químicamente con el auditorio, que en forma espontánea le regala aplausos y carcajadas cada cierto tiempo. Dice que le pasa de todo, “sobre todo con la biomecánica, que es lo que hago yo… creo que siempre que hay alguien que está haciendo algo muy interesante y contándolo como una historia muy buena, genera algo en el espectador, sean niños, adultos, hombres o mujeres, siempre genera cierto interés”.

A pesar de las atracciones, aún no ha vivido nada fuera de lo planificado, ya que sólo lleva un mes en una gira de biomimética por el país, donde el público que recién lo conoce se sorprende, pero sabe que si retorna al mismo lugar, probablemente más de alguien le tire un peluche (ríe).

Es natural, en realidad sus charlas científicas fluyen, la dificultad está cuando lo invitan a la radio, ahí es más complicado porque tiene que ir directo al  contenido, más que la onomatopeya y el histrionismo físico. “Me nace y lo encuentro muy entretenido, uno juega y la gente aprende y entiende, y a mí me encanta, y con tantas charlas ya parece monólogo”.

Declara que desde niño es un ser interactivo y aunque no le gusta mucho el teatro  es muy extrovertido, juega con el tema del ego y es feliz. Cómo no podría serlo si trabaja con los robots y dinosaurios, que es lo que siempre quiso en la vida.

TRILOGÍA PERFECTA

Después de estudiar biología estudió su doctorado en Ecología y Biología Evolutiva, en total demoró más tiempo del determinado si hubiera sido un alumno perfectamente mateo. Fue un desafío porque sus intereses no estaban solamente en la ciencia, aunque le apasiona y trabaja en ello; pero además le encanta inventar, escribir, carretear y seducir, reconoce con una mirada seductora.

“El doctorado me costó menos porque estaba más maduro y sabía cuándo tenía que hacer las cosas, pero uno en pregrado mezcla todo, es muy rara la situación y si no es muy mateo repruebas ramos y te demoras más. Por suerte yo estudie lo que me gusta, cosa que por lo general no pasa. Creo que uno debería entrar a la universidad mucho más viejo porque a los 18 años no tienes idea de nada. Les hago clases a alumnos de varias carreras y siempre me doy cuenta de lo mismo. Hay que hacer un cambio, uno debería viajar y si no tiene dinero el Estado debería ayudarte porque al final todos pierden, especialmente los padres porque te meten dos años en una carrera que no te gusta”.

¿Cómo llegó a la biomimética? “En el curso de Introducción a la Biomecánica Animal que dicto en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile empezamos a elaborar proyectos de innovación tecnológica inspirados en la naturaleza, que luego entendí que conectaban con el concepto de Biomimética, tema central de este año para Explora Conicyt”. En resumen él no fue hacia la biomimética, fue ella hacia él. “No sé si es el futuro mismo, pero va a colaborar mucho con él y no solamente con las nuevas tecnologías funcionales, porque es muy eficiente en todos los niveles, bioquímicos, microscópicos e incluso a escalas superiores de mecanismos. Hay que aprovecharla como fuente eficiente de inspiración, hoy el pájaro vuela, entonces hagamos un avión que es algo evidente; el velcro y el ojo de gato quizás no lo son tanto; pero hay procesos mecánicos y físicoquímicos interesantes como la hoja de loto que es autolimpiante y lo que hace es tener una capa totalmente hidrofóbica. Creo que es muy eficiente si uno lo toma, lo desarrolla y le “pone bueno”, puede perfectamente hacer nuevas tecnologías espectaculares”.

Y ¿cuál es el futuro del Dr. Grossi? “Todo lo que te estoy comentando de mis dinosaurios robóticos está alineado con un proyecto de postdoctorado de biomecánica, mis estudios en particular no tienen nada que ver con la biomimética, pero dado lo que ha pasado este año quiero terminar con este proyecto y tal vez generar un Centro Interdisciplinario de Biomimética y Biomecánica en Ingeniería”.

NATURALEZA EN EQUILIBRIO

Para este Rock Star de la ciencia que se inspira en la naturaleza, la pawa andina realizada en el lanzamiento oficial del Programa Explora de Arica, a cargo de Teodoro Marka, docente del Liceo Abelardo Núñez, fue como una mirada a los orígenes. “En esta preciosa pawa hablamos de la pachamama, efectivamente eso es lo que le falta a la humanidad, volver a ella, porque se está violando brutalmente al planeta y siento que las tecnologías biomiméticas de alguna forma recuperan de una manera amorosa y eficiente los procesos naturales, porque en ella se hace todo en un equilibrio ancestral”.

Bruno Grossi admite su admiración por el respeto que los niños tuvieron con la ceremonia andina y con el baile afro, siente que la cultura está enraizada profundamente en la urbanidad de Arica. Es la foto mental que lleva de todo lo vivido en esta oportunidad en que vino a hablar de ciencia. Aunque también habló de sus adicciones al sushi, el que le encanta también cocinar, sin hacerle el quite a los completos ni a las pastas, que también le gustan mucho. No pudimos ofrecerle un café porque no toma, ya que “no dormiría en 80 mil años” porque es un chico Ritalín, así que para dormir no tiene opciones más que tomar pastillas, lo que hace desde un buen tiempo, ya que ni contar ovejas fue efectivo.

Es la segunda vez que viene a Arica, en realidad antes sólo pasó por la ciudad con mochila rumbo a Machu Picchu, en busca de una mujer especial que lo esperaba en esta zona andina. Ahora sólo conoció el trayecto del aeropuerto a la ciudad y un campus universitario. Su regreso está asegurado.