Museo del Mar de Arica cumple 10 años [FOTOS]

05 Octubre 2016

En una década no sólo es el único museo privado de la ciudad, sino que además, cuenta con una de las colecciones más grande de su tipo en Chile y es el primer museo con un espacio inclusivo en la región.

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El 05 de octubre del 2006, se inauguró oficialmente el Museo del Mar de Arica, con una encantadora ceremonia en la que participaron autoridades de la época y amigos de Nicolás Hrepic, destacado académico y Biólogo, quien pese a todos los pronósticos, junto a su familia apostaron por crear un espacio que pudiera entregar conocimientos sobre el mundo de las caracolas y los moluscos a toda la gente. 

10 años de museo, 50 de historia

Nicolás es un coleccionista por naturaleza, quien llegó en el año 1962 a Arica a trabajar como profesor de biología junto a su esposa Gertrudis Cabello. Ya instalados en la ciudad, para el cumpleaños de Nicolás, el 9 de septiembre, Gertrudis decide entregarle de regalo dos Strombus gigas, conchas rosadas gigantes del caribe, iniciando así una fascinación que dio el vamos a la colección.

Determinado a seguir conociendo más sobre este tipo de especies, Nicolás comienza a generar paseos familiares a la playa buscando nuevas conchas y moluscos sorprendiéndose cada vez por las diferentes formas y estructuras que poseían.  La recolección al poco tiempo aumentó a medida que se realizaban diferentes viajes, paseos y salidas familiares a nuevos lugares. Al ver esta atracción tan fuerte, amigos comenzaron a contribuir a esta compilación, trayéndole nuevas especies de regalo, siendo siempre todas aceptadas, sin distinguir por procedencia, color o apariencia física, ya que la idea era coleccionar sin discriminar, descubrir y conocer. 

En esta primera etapa, la colección era organizada en la casa por el lugar de donde venían, había un sector de Venezuela, otro sector de Chile y así de cada lugar donde iban coleccionando; teniendo un estante, una caja y buscando siempre nuevos lugares para exhibir sus piezas desde su hogar, siendo así un valor agregado para todos aquellos visitantes que los Hrepic recibían en su casa del sector magisterio de Arica. 

Cuando la colección comenzó a ocupar una gran parte del espacio del domicilio de la familia, al ver que esto no se detendría, surgió la idea de crear un espacio exclusivo, más abierto donde no sólo el entorno cercano pudiera apreciar las especies, sino que toda una comunidad; pasando el habbie a transformase en un trabajo serio. 

Es así como el año 2004 comenzó el largo proceso de clasificar científicamente cada una de las piezas que pertenecían a la colección y la difícil tarea de buscar un lugar físico para instalar el Museo del Mar de Arica, situación que tardó alrededor de 2 años, donde se pensó incluso, en arrendar la bodega de carga de la estación del ferrocarril Arica - La Paz; pero luego de una larga serie de tramitaciones y al evaluar el elevado costo de implementarlo, se desechó la idea. 

Nicolás Hrepic explicó en una entrevista cuales  fueron las motivaciones que lo llevaron a hacer el Museo del Mar: “Cuando nos instalamos pensamos en un museo también como una forma de Hacerle un Regalo a Arica, teniendo presentes 3 objetivos importantes que nos fijamos: Contribuir al desarrollo de la cultura, crear nuevas formas de Educación y fomentar el Turismo” (Extracto de Entrevista realizada para el portal del Museo, 2016). 

También, comenzó la difícil etapa de buscar formas de financiamiento, hablando con entidades culturales y de fomento económico sin obtener buenos resultados; incluso se postuló a un proyecto Capital Semilla de Corfo, que fue rechazado. 

Pese a estos tropiezos, Nicolás no dio su brazo a torcer y continuó buscando opciones; es de este modo que al ver el largo camino recorrido y tras conocer la historia de todo el proceso, Ariela González Yanulaque, gran amiga de la familia, le ofreció a Nicolás instalar el museo en un espacio dentro de su casa ubicada en Sangra #315, pleno centro de Arica, el cual fue entregado en forma gratuita durante el primer año, permitiendo dar inicio al montaje y exhibición pública de las especies. 

Una vez encontrado el espacio para la instalación del Museo y de organizar toda una exhibición, pensando en la selección de cada una de las especies; luego analizar la forma de ubicación, las repisas que albergarían cada una de las piezas, la iluminación y toda una serie de requerimientos técnicos que hacen que levantar un espacio de este tipo sea un trabajo muy minucioso.

Fueron tomadas diferentes medidas, se pensaron distintos tipos de diseños y finalmente, tras arduos días de instalación, se logran poner en exhibición las primeras 700 especies, siendo ya desde ese entonces una colección muy importante dentro de Chile. 

La Primera Década

En este periodo de los primeros años, también hubo que aprender sobre las dinámicas de movimiento de la ciudad, ya que había que adecuarse al público y sus horarios. Inicialmente se abrían las puertas a las 9:00 de la mañana, pero en Arica, ciudad con muchas particularidades, no llegaban personas hasta pasadas las 11:00 de la mañana. Con esta información comenzó Nicolás a analizar las costumbres de la gente y a evaluar los horarios del centro de la ciudad. En ese tiempo, además, el museo tenía doble jornada cerrando a medio día y reabriendo en la tarde. Pero por las mismas dinámicas y contrario a los que se pensó, entre las 12:00 del día y las 17:00 horas existe un flujo importante de personas que quiere ingresar a ver la colección, precisamente porque tiene más tiempo y no existe la competencia de tener otro lugar al que ir. Con todo ello en mente desde hace años se determinó tener un horario continuado quedando estipulado de 11:00 a 19:00 horas de lunes a viernes y de 11:00 a 14:00 horas los días sábados. 

Continuando con la búsqueda de alternativas para que el Museo lograra financiamiento a través de instituciones relacionadas con el patrimonio, la cultura, educación o turismo, se golpearon nuevamente diferentes puertas, pero no hubo respuesta por parte de las autoridades sin lograr respuestas favorables, hasta la postulación un proyecto Capital Semilla de Sercotec, con el que se dio un nuevo impulso al trabajo del Museo, logrando fortalecer la imagen institucional que ya existía por medio de la difusión, confeccionando material de papelería para entregar a los turistas y, además, tener al primer personaje reconocible del Museo, como lo es “La Estrella de Mar” o “Patricio Estrella”, como lo bautizarían más tarde los niños, debido al parecido con un personaje de una conocida serie animada. 

Todo iba en marcha, el museo tomaba reconocimiento en guías internacionales y maravillaba por la calidad de la colección, hasta abril del 2014, cuando el terremoto ocurrido en la zona causó graves estragos en parte del inmobiliario del Museo, destrozándose vitrinas y desordenando el material clasificado. Situación que tardó meses en recuperarse. 

Con el paso de los años y con la crecida constante de la colección, en promedio 100 nuevas especies por año, se incorpora a trabajar de forma completa al museo la hija menor de los Hrepic Cabello, Nitza, asumiendo como responsable de proyectos potenciando el trabajo de divulgación, acercando el museo  a la comunidad realizando diversos proyectos e incluso logrando crear el primer espacio inclusivo para personas no videntes. 

Los próximo 10 años

El Museo del Mar espera seguir creciendo, ya cuentan con un apoyo importante de parte de la Municipalidad de Arica, además de los diversos programas que les permiten seguir ampliándose en cuanto a la difusión y la posibilidad de llegar a más personas, en la actualidad, están ejecutando una serie de actividades gracias al proyecto“10 años de museo del mar de Arica: Ciclo de Actividades de Vinculación para la comunidad”, adjudicado por la Fundación Hrepic otorgado por el Gobierno Regional de Arica y Parinacota y el CORE a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional del 6% en Cultura y; la aprobación de un nuevo fondo inclusivo de Senadis con el que podrán ampliar los espacios para personas con discapacidad dentro del Museo. 

No obstante, la gran aspiración es algún día tener un espacio propio para el Museo, donde no sólo la colección sea importante, sino que la construcción ya en si sea interesante, que atraiga al público y este e una zona segura, donde se cuente con espacio para realizar mejores recorridos, las piezas se puedan lucir mejor y además, sea un punto de encuentro para realizar jornadas en post de la educación y el medio ambiente.  

Para la celebración de los 10 años el Museo del Mar estará realizando junto a la organización PROZUL el 2º Festival el Océano es Uno Sólo que traerá a diversos investigadores a la ciudad de Arica para hablar de formar de cuidar el medio ambiente marino; donde también se realizarán jornadas de limpieza del humedal y del sector de las tortugas marinas, junto con la exhibición de documentales y diversas actividades desde el 07 al 14 de octubre, programa en la página del museo www.museodelmardearica.cl

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