[Opinión] Chile, ¿país del pituto?

13 Agosto 2013
No sé cuál pueda ser la situación en otras partes del mundo, pero lo que es en nuestro querido Chile, la mayoría de las cosas, por no decir todas, se consiguen a través de los mentados PITUTOS.
Omar González H... >
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El pituto suele ser la mejor carta de presentación para conseguir un puesto de trabajo, para seguir con la  tradición familiar de algunos políticos descarados que sin tener mayores antecedentes ayudan a sus amigos y/o familiares para que ellos pueda continuar con ese ocio bien pagado, porque no vamos a decir con ...trabajo! ...¿que trabajo?. 

Pituto, para conseguir alguna franquicia, algún favor especial o beneficio, algún cupo en alguna empresa de cualquier índole, una matrícula en algún establecimiento, para lograr ser el primero frente a una oferta, aunque seamos uno de aquellos que estemos al final de la colita.

La lista es larga, interminable, pero la verdad es que en nuestro país, todo se mueve más rápido más expedito, con una sorprendente facilidad a través del compadrazgo, la recomendación, la ayuda de algún amigo que este más arriba en un cargo, usando  una amistad mal entendida. 

En tal sentido, cabe la pregunta....¿así podrá progresar un país?, eligiendo a aquellos que puedan tener una dudosa capacitación, o supuestamente de mayor merito?  ¡Obviamente que la respuesta categórica es ...¡NO!  Para ejercer un puesto de trabajo, o conseguir algún beneficio, debieran por sobre todo respetarse los derechos que asisten a cada persona, de acuerdo a sus méritos, a sus necesidades primordiales, sin mirar aspectos de índoles ajenas a lo que es justo y correcto hacer.

De esta manera se consiguen empleos, se logran ofertas o beneficios, ayudas, becas, etc. Sin tener muchas veces el mérito suficiente para obtenerlo y obviamente, pasando a llevar con esta actitud a todos aquellos que SI tienen el merito, el prestigio o las condiciones y capacidades suficientemente requeridas.

Es indudable que estas actitudes por ser tan habituales, pasan a ser ya una situación común y naturalmente considerada como la mejor forma de lograr algo que se desea, en desmedro como ya se ha dicho, del progreso de una sociedad,  en  restricto apego a lo que es justo, a lo que es correcto, en igualdad de derechos,  "frase tan manoseada por los políticos en periodo de elecciones" , pero que solo quedan ahí, en las buenas intenciones y falsas promesas, en el deber ser, porque en la práctica siendo bien honesto simplemente ...¡NO LO ES!

No obstante el tema no es tan fácil como parece, puesto que esta gestión también tiene que ver con otras actitudes carente de transparencia, como bien lo dice el dicho "no hay amor sin interés", lo que en realidad funciona en todos los ámbito del quehacer social, económico, político y laboral, expresado en el hecho de; ¿cuánto te doy, cuanto me das?',  favor con favor se paga,  tu preferencia, tu voto, tu apoyo incondicional etc.

El Pituto se transforma así en un verdadero flagelo que atenta en contra el desarrollo de cualquier gestión, de cualquier grupo, de cualquier país que pretenda mejorar una realidad determinada y que sin duda ello huele a corrupción, concepto tantas veces enunciado y otras tantas denunciado, pero que en la realidad, poco o nada se hace al respecto en tratar de mejorar estas nefastas y generalizadas actitudes, las que se llevan a efecto a vista y paciencia de todo el mundo, y observadas con desmedida naturalidad, aunque seamos directos y fieles testigos de tales inconsecuencias.  

El pituto, se transforma así, en un favor, en una gauchada o una aparente gentileza recibida de parte de una persona con relación a otra, que utilizando su estrato social, ocupación o cargo lo expresa en beneficio de alguien que personalmente lo desea, tenga o no los méritos que muchas veces se debieran exigir.

Dentro de este contexto, el “pituto” o los “apitutados” serán siempre aquellos que sin tener las condiciones o capacidades pertinentes, acceden a cargos u obtienen beneficios pasando a llegar el mérito de aquellos que están en mejores condiciones, ámbito dentro del cual, el talento, los estudios, la capacitación,  las condiciones económicas y/o sociales pueden pasar a segundo plano, dando prioridad en el logro de ciertos objetivos que sean favorables a las partes pertinentes.