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Opinión: Pobreza y Desigualdad, no solo de ingresos también de oportunidades
Una vez más, la OCDE nos viene a mostrar que nuestros niveles de mejorÃa son muy pequeños y somos sumamente lentos en avanzar para construir un paÃs más integrado, más cohesionado, con mayor igualdad y justicia social.
Edwin Briceño Cobb >
authenticated user CorresponsalHoy nadie puede negar el avance que ha experimentado nuestro paÃs durante los últimos 20 años. La mayorÃa hemos sido partÃcipes de esa mejora, que tiene que ver principalmente con las tenencias materiales, pero también es cierto que no hemos sido capaces de acortar las brechas respecto de quienes obtienen los mayores beneficiosde este progreso, y ése es uno de los principales problemas del Chile de hoy. Sin duda es muy importante que generemos riqueza, pero también que sepamos distribuirla entre todos y todas.
La pobreza de hoy es distinta a la del pasado. Nuestro paÃs ha dejado atrás las peores formas de pobreza, pero las nuevas manifestaciones del fenómeno se caracterizan por una vulnerabilidad muy elevada de las personas, principalmente caracterizada por la exclusión y segregación, no solo territorial, sino también social.
Recientemente conocimos el último informe de la OCDE, que al igual que otros organismos y expertos, señalan que Chile junto con Perú, Paraguay y Colombia, es uno de los paÃses más desiguales de la región, siendo la región latinoamericana la más desigual en el mundo. Y la pobreza, qué duda cabe, está Ãntimamente ligada al tema de la desigualdad, no sólo de ingresos, sino también de acceso a oportunidades.
Una vez más, la OCDE nos viene a mostrar que nuestros niveles de mejorÃa son muy pequeños y somos sumamente lentos en avanzar para construir un paÃs más integrado, más cohesionado, con mayor igualdad y justicia social.
Las recomendaciones de la OCDE son claras y precisas para poder avanzar y reducir nuestros niveles de desigualdad: aumentar el mercado del trabajo, aumentar la calidad del empleo, mejorar las condiciones de negociación para los trabajadores y mejorar las polÃticas sociales, y en un punto hacen referencia a generar polÃticas y programas más pertinentes con las realidades territoriales de cada región, polÃticas en educación, salud, cultura y habitabilidad, entre otras.
Aquellas regiones extremas como la nuestra y en especial sus comunas rurales, requieren más recursos, pero también necesitan mayor eficiencia en el gasto que se ejecuta por parte de los organismos estatales. Por lo mismo, los nuevos desafÃos que tenemos como nación y como región van en la dirección correcta. Pero necesitamos que todos los actores cuenten con espacios de participación en la elaboración y ejecución de las reformas planteadas por el ejecutivo, y en especial para nuestra región, en el Plan Especial de Desarrollo Estratégico para Zonas Extremas. Cuando hablamos de romper la desigualdad hablamos de que todos dispongan de las herramientas suficientes para poder alcanzar un cierto nivel de bienestar y participación.