Pacto por un Mínimo Civilizatorio

28 Octubre 2019

En lo inmediato: la elite ceder en sus privilegios, mejorar la condición del trabajo y sacar a los mercaderes de los derechos sociales

José Sanfuentes >
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Chile debe establecer un mínimo civilizatorio, que garantice a todos los habitantes de esta tierra condiciones básicas de dignidad y equidad.

Chile es una casa que aparece amable y moderna a los ojos extranjeros, y es cierto que hemos avanzado en los indicadores macro sociales más que ningún país del vecindario. Pero hemos sido inconscientes respecto de los “esqueletos escondidos en el armario” ya por mucho tiempo. Cada año las AFP recaudan 10 mil millones de dólares, de los cuales 3,5 mil millones van a pagar pensiones y 6,5 mil millones van a los negocios de los grandes empresarios .., y eso será así por lo menos los próximos sesenta años. De los 25.000 dólares per cápita llegan a la clase media trabajadora 8.500 dólares al año … imagine usted donde va el resto: los 17.500 dólares anuales que producen las personas.

Sus trabajadores son maltratados, las familias endeudadas en varios sueldos, sus ancianos en la miseria, sus jóvenes y niños sin educación ni protección de calidad básicas, los enfermos doblemente enfermos por las malas y precarias atenciones, las mujeres discriminadas, los pueblos originarios criminalizados; mientras la elite económica, política y militar gozan de privilegios que les permiten altos niveles de vida, y los grupos económicos rentistas y expoliadores de los derechos sociales multiplican cada año sus abusivas ganancias.

Ninguna medida parche que no enfrente estas inequidades y abusos servirá para superar el malestar profundo y éste explotará una y otra vez hasta que Chile se decida a construir el mínimo civilizatorio que se merece. No es cuestión de radicalidad ni revolución, es cuestión de decencia. Por cierto, si no abordamos en serio un plan hacia alcanzar un mínimo civilizatorio, seremos nosotros responsables de la radicalidad que venga.

En lo inmediato: la elite ceder en sus privilegios, mejorar la condición del trabajo y sacar a los mercaderes de los derechos sociales.

  1. Sueldo mínimo que supere el umbral de la pobreza y un ingreso familiar (sueldos y beneficios) garantizado para un vivir razonablemente decente. A igual trabajo igual sueldo para todos los géneros.
  2. Mejora urgente de la salud pública y aumento significativo del presupuesto asignado.
  3. Terminar el sistema fracasado de las AFP y establecer la previsión solidaria que permite duplicar de inmediato las pensiones actuales y futuras.
  4. Establecer precios del transporte que no superen la media de valor de los países de la OCDE y países de similar nivel en América Latina.
  5. Mejorar sustancialmente el sueldo de los profesores de Chile y ampliar recursos para mejorar la condición de los establecimientos con financiamiento público. Extender la gratuidad en la enseñanza superior al sétimo decil y hasta un año de titulación oportuna.
  6. Mejorar el acceso a una vivienda digna, con foco en lo rural y la marginalidad citadina.
  7. Reforzar políticas que desplieguen en los hechos la igualdad y diversidad de género.
  8. Nuevas políticas de reconocimiento de los pueblos originarios en su dignidad y tradiciones.
  9. Diferenciar la tasa de impuestos para la MYPE, elevar sustantivamente el royalty en la explotación de los recursos naturales, aumentar impuestos al 1% de mayores ingresos.
  10. Implacables con la corrupción de políticos y funcionarios, empresarios y militares.
  11. Renovar el Estado en sus capacidades para promover un nuevo modelo de desarrollo basado en la inteligencia humana y las nuevas tecnologías, a la vez que recuperar la gestión de recursos básicos para la vida humana, el agua, y la energía, por ejemplo.
  12. Convocar al diálogo para un nuevo acuerdo que mejore sustancialmente nuestra convivencia, y se exprese en un proceso participativo para una nueva Constitución, donde la soberanía radique en el pueblo.
  13. Tal vez este es un programa ambicioso para un corto plazo, pero si iniciamos el camino habrá un futuro promisorio y fraterno.