Papa Francisco celebró la Cena del Señor con menores carcelados

29 Marzo 2013

“Estaba preso y me visitaron” dijo Jesús cuando habló del examen final de nuestra vida, señaló el Papa Francisco junto a menores carcelados en la celebración propia del Jueves Santo, en que realizó el Lavado de Pies a niños encarcelados.

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En esta cena Jesús lava los pies a sus discípulos, ofrece su Cuerpo y Sangre y da el mandamiento del amor: “Ámense entre ustedes como los amo yo”. Este gesto de Francisco corresponde a su invitación de todas sus primeras homilías en las que nos invita a salir de nosotros mismos para ir a las periferias geográficas y existenciales.

A la cinco de la tarde, en el Instituto Penal para Menores de “Casal del Marmo”, en las afueras de Roma, comenzó la Misa “in cena Domini” celebrada por el Papa. 

En su ministerio como Arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Mario Bergoglio acostumbraba celebrar esta Misa en una cárcel, en un hospital o en un hospicio para pobres o personas marginadas. Y en su primer Jueves Santo como Pontífice, Francisco ha querido seguir también esta tradición visitando este reformatorio romano.

 CELEBRACIÓN

De modo que con esta celebración de Casal del Marmo, el Papa Francisco ha proseguido esta costumbre, que se desarrolló en un contexto de gran sencillez, mientras las demás celebraciones de Semana Santa, tal como les hemos informado oportunamente, tendrán lugar según el uso habitual. 

En su homilía, el Pontífice recordó que Jesús lavó los pies a sus discípulos. Y añadió que Pedro no comprendía, pero Jesús explicó su gesto. Dios ha hecho esto y explica a sus discípulos que deben seguir su ejemplo. Si el Señor, el Maestro ha lavado los pies a sus discípulos – dijo el Papa – también ustedes deberían hacer lo mismo. Es el ejemplo del Señor. Entre nosotros el que es más alto debe estar al servicio de los demás. Y éste es un signo: lavar los pies quiere decir: yo estoy a tu servicio. Debemos ayudarnos – afirmó Francisco –. Ayudarnos recíprocamente: esto es lo que Jesús nos enseña. Y estos es lo que yo hago. Y lo hago de corazón – dijo el Papa – porque es mi deber como sacerdote y como obispo. Es un deber – añadió – que me viene del corazón. Me gusta hacerlo – explicó – porque el Señor así me lo ha enseñado. 

“A veces – dijo Francisco – me enojé con uno o con otro. ¡Olvídalo! Y si te piden un favor, hazlo. Esto es lo que Jesús nos enseña y lo que hago yo”. Pero también ustedes – observó – ayúdense siempre y así, ayudándonos nos hacemos el bien. Que cada uno de nosotros piense: ¿estoy dispuesto a servir, estoy dispuesto a ayudar al otro? Este signo es una caricia de Jesús que ha venido precisamente para esto, para servir, para ayudarnos. 

Fuente: Iglesia.cl - Radio Vaticana