Parto Humanizado: Devolver la autonomía al cuerpo de la mujer

13 Septiembre 2019

El parto no es una enfermedad, es un proceso natural y mientras exista salud, no se indican las intervenciones o medicalizaciones, sino todo aquello que pueda otorgar un ambiente grato a la mujer y su acompañante.

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El Parto Humanizado es una forma de nacer que implica reconocer el entorno médico, familiar y darle autonomía al cuerpo de la mujer, devolviéndole el protagonismo que modifica el “sentido” del cuidado al parto.

Se trata de prácticas específicas respecto a las cuales existen recomendaciones basadas en evidencia:

Apoyo emocional continuo en el parto:

El trabajo de parto es un período de vulnerabilidad biológica y psicológica para las mujeres; el apoyo y la presencia en esos momentos de su pareja, familiar o de otra persona cercana afectivamente contribuye a disminuir el estrés y la ansiedad. Disminuye la probabilidad de instrumentalización y cesárea.

Continuidad en la atención: ​

Cuando no hay rotación de personal (por turnos), disminuye la probabilidad de necesitar analgesia y en los recién nacidos, de necesitar reanimación.

Posición de la mujer durante el trabajo de parto y parto:

Existen estudios que demuestran que la posición vertical o lateral durante la segunda fase del parto tiene ventajas sobre la posición decúbito dorsal. La posición vertical produce menos incomodidades y dificultades al pujar, menos dolor, menos trauma vaginoperineal e infecciones, y una duración menor de la segunda fase del parto 

Alimentación durante el trabajo de parto:

Tradicionalmente se ha indicado el ayuno de la mujer durante el trabajo de parto. Actualmente, se recomienda considerarlo en conjunto con la mujer.

Uso de Enema y rasurado:

No existe evidencia a favor.

Episiotomía:

​La realización rutinaria de una episiotomía es considerada como de daño, porque crea una incisión quirúrgica de una magnitud mayor de lo que muchas mujeres podrían haber experimentado si no se hubiese realizado.

Indicación de pujar en el periodo expulsivo:

No es adecuado iniciar la fase activa del parto animando a la mujer a pujar una vez se ha diagnosticado la dilatación completa: el manejo fisiológico es esperar a que la mujer sienta deseos de pujar.

Contacto piel a piel temprano para las madres y sus recién nacidos sanos:

Numerosos estudios han documentado efectos estadísticamente significativos y positivos del contacto temprano piel a piel en la lactancia y salud en general.

Manejo alternativo del dolor:

-Libertad de movimientos

-Técnicas de relajación (relajación progresiva)

-Inmersión o hidroterapia

-Respiración consciente (yoga, respiración profunda)

-Masajes

-Aromaterapia

-Vocalizaciones (endorfinas, vibración y cerebro primitivo)

“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades. El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política, o condición económica o social” (OMS). El parto no es una enfermedad, es un proceso natural y mientras exista salud, no se indican las intervenciones o medicalizaciones, sino todo aquello que pueda otorgar un ambiente grato a la mujer y su acompañante. 

Hace tiempo que la salud sexual y reproductiva es estudiada desde la sociedad. Si queremos cambiar en algo nuestra salud y la manera en que nuestros cuerpos transitan por los centros de atención. Entonces es momento de pensar estos espacios históricos, culturales y corporales con amplitud y altura de miras, con las ganas y la conciencia de ser autónomas y vivir plenamente nuestro cuerpo y salud.