Profesor Pedro Pool: Maestro de maestros e ícono de la historia liceana de Arica

09 Julio 2019

Profesores como él no se olvidan jamás, y estoy seguro que si alguno que lee esto fue su alumno o alumna, dejará una que otra anécdota.

Hernán Cornejo ... >
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Por esas casualidades de la vida, en el momento justo cuando decido levantarme e ir hacia un sitio logro hacer el cálculo perfecto para que me encontrara con este señor saliendo de la puerta que yo iba a entrar. Para quienes no saben quién es él, les cuento. Él es don Pedro Pool, mi profesor de historia de segundo a tercero medio (jubiló cuando pasé a cuarto) y para mí ha sido de los mejores profesores en esa materia que he tenido en la vida.

Tenía esa habilidad de transportarte a la época que él te iba contando, ya que él no dictaba ni anotaba en la pizarra, él simplemente narraba como si hubiese vivido todo eso. Fue muy gratificante el haberlo encontrado y hablar un rato con él. Le costó un poco recordarme, pero con una que otra anécdota de alumno porfiado que tuvo, logró recordarme. Gente, no saben cuánto puede influir un pedagogo a uno, él me marcó bastante, hizo que la historia me fuera maravillosa.

Recuerdo que, por lo menos yo, siempre veía a Pedro Pool como un personaje pintoresco: tenía esa pinta de viejito loco y aparte de verlo siempre de lejos tan enérgico y su particular apariencia daba esa sensación. Siempre pensé que era profesor de física, ya que se parecía mucho a Einstein, luego en segundo medio fue cuando al fin tuve clases con él y grande fue mi sorpresa cuando lo vi en mi clase de historia, porque sí, él era profesor de historia, y según supe, él era el profe ícono y reliquia del liceo, ya que según recuerdo en el A-1 habían varios profesores que llevaban pero años en el establecimiento.

Siempre recuerdo que, al entrar a la sala, lo primero que decía era "Las damas, los caballeros de pie para saludar" y esperábamos sus cinco a diez minutos para decir el típico "Buenos días profesor", cosa que en lo personal me cargaba, sentía que no tenía sentido, pero bueno, cosas de adolescente.

Otra de las cosas que recuerdo es que él jamás tomó un libro o anotó algo en la pizarra, todo lo que nos enseñó era simplemente hablando, a lo más él anotaba el puro título de lo que íbamos a conocer, pero nada más, todo narrado y sacado de su cabeza, y también algo que me encantaba es que él siempre dabas los nombres originales de los personajes y de los sitios en los cuales se situaba la historia, por ejemplo, él no decía Cristóbal Colón, él decía "Cristófolo Colombo", ya que ese era su nombre original y no la traducción o, como él decía "La castellanización".

Otra de las cosas particulares que él tenía era que, como dije, al solo narrar la materia implícitamente nos estaba enseñando a tomar apunte, y que también él nunca pidió (o por lo menos, no conmigo) un trabajo de investigación, ya que que él solo nos pedía "Ensayos", o sea, investigar sobre algo y decirlo todo como máximo en una plana. La primera vez que nos pidió aquello, la mayoría estábamos estupefactos, dado a que no nos calzaba el entregar un trabajo sin portada, índice y esas cosas, pero bueno, Pedro Pool siempre fue muy particular para sus cosas, como sus evaluaciones en las pruebas, en vez de poner números a cada pregunta, él ponía una "&", lo cual dificultaba demasiado el soplarse o copiarse, ya que debíamos contar las preguntas para saber cuál queríamos copiar.

Anécdotas con él hay varias, creo que podríamos entre todas las personas que tuvimos la fortuna de ser su alumno o alumna, lograríamos un documental. Podríamos decir, por ejemplo, el cómo entregaba las pruebas, cómo pasaba lista, cómo quitaba las cosas (eso siempre me causaba gracia, en vez de quitarte el celular y llevárselo, lo que hacía era quitártelo y lo dejaba en altura, onda arriba de la pizarra, o el estante, etc), de hecho, había un grupo de Facebook dedicado al profesor, o cuando a veces me lo encontraba y publicaba una foto con él la gente lo celebraba en los comentarios, eso es reflejo de lo mucho que él ha marcado en los alumnos, reflejo de la importancia, de lo valioso que es la pedagogía en la vida de todos y todas, lo valioso que es tener a un profesor apasionado de su profesión, lo valioso y lo mucho que marca un profesor a toda una generación.  Profesores como él no se olvidan jamás, y estoy seguro que si alguno que lee esto fue su alumno o alumna, dejará una que otra anécdota con él.

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