Programa incorpora mayor tecnología e innovaciones a la ganadería camélida

15 Octubre 2013
La iniciativa, cofinanciada por la FIA, se desarrolla en la comuna de San Pedro de Atacama y apunta a potenciar la competitividad de este rubro.
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Aumentar la capacidad de innovar y de incorporar tecnología en la ganadería camélida del norte del país, es uno de los objetivos centrales de un programa que cofinancia la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), del Ministerio de Agricultura, y cuyos resultados y perspectivas fueron dados a conocer hoy en una jornada realizada en San Pedro de Atacama.

En el encuentro —que fue encabezado por el director ejecutivo de FIA, Fernando Bas—se analizaron los cinco proyectos que integran el “Programa de Desarrollo de la Ganadería Camélida de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) en la Comuna de San Pedro de Atacama, Región de Antofagasta”, iniciativa que hace dos años y medio ejecuta la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile.

Entre los más relevantes están un Plan Estratégico Integrado para el Desarrollo de la Ganadería de la Asociación Familiar Campesina en la Región de Antofagasta; la implementación de una Unidad de Servicios Tecnológicos para el mejoramiento de la productividad de la actividad ganadera; y un modelo de adopción de innovaciones tecnológicas para la competitividad.

A estos se agregan la integración productiva comercial de la ganadería AFC con la actividad económica regional y nacional, a través de la comercialización de productos derivados de la fibra de camélido, y un  modelo de valorización de la herencia cultural ancestral en torno a la diferenciación de productos textiles de origen ganadero en San Pedro de Atacama. 

“Mediante ellos ha sido posible cubrir amplias áreas de trabajo para el desarrollo de la ganadería camélida doméstica, en especial, llamas; desde los servicios para mejorar el estado sanitario de los animales e implementación de buenas prácticas de manejo, hasta el mejoramiento genético y alternativas para la comercialización de los productos”, comentó Fernando Bas.

Agregó que el programa ha propiciado el uso de tecnología de alto nivel para mejorar la reproducción y, junto con ello, el manejo de pasturas, además de la integración productiva y comercial de diferentes productos, que estos animales generan, para beneficio de sus criadores y bienestar de los usuarios.

Antes de la instalación del programa, la transformación y valor agregado en torno a la carne, fibra, cueros y pieles, era prácticamente inexistente y, aunque el programa no proyectó en sus objetivos llegar a productos terminados, existen ganaderos que han podido comercializar la fibra de sus animales.

También respecto de la fibra, se aplicó la lanimetría láser, tecnología que permitió determinar que los animales de la Región de Antofagasta poseen una materia prima de alta calidad que puede ser utilizada en los procesos textiles para las fibras finas y, eventualmente, de conseguir una mayor producción, incluso pensar en su exportación.

Herencia cultural

San Pedro de Atacama es uno de los tres lugares de mayor flujo de turistas en Chile. En este contexto, y con el objetivo de generar una alternativa competitiva, los proyectos de rescate de la herencia cultural y textil lograron —después de dos años de trabajo—, publicar un libro que destaca el desarrollo de artesanías que basen su diseño en la cultura ancestral regional.

En este mismo ámbito, se apoyó la realización de talleres de tintura e hilado, para una labor artesanal con significado y sello regional. 

En el área ganadera, aparte de los servicios, se creó una unidad demostrativa en Machuca, que reúne las características técnicas de diseño y construcción, para un adecuado manejo animal; se organizaron talleres de transferencia y publicaron libros de apoyo para una adecuada obtención, selección y uso de la fibra. 

Asimismo, el director de FIA enfatizó la decisión de extender las positivas experiencias del programa a otros sectores de la región que se identifican por desarrollar una ganadería camélida, como Alto del Loa y Ollagüe, entre otros.