Buenas conversaciones, buenos futuros
Visión Patagonia: Juan Pablo Orrego
De fin de mundo a centro neurálgico: el siglo XXI y sus desafíos nos invitan a repensar la Patagonia y sus oportunidades, promesas, identidad. Esto es Visión Patagonia, un proyecto de Fundación Avina y Red Mi Voz.
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authenticated user CorresponsalJuan
Pablo Orrego, Ecólogo, presidente de Ecosistemas y Coordinador
Internacional del Consejo de Defensa de la Patagonia, compartió su
visión del presente y futuro de La Patagonia.
A tu juicio, ¿cuál es el rol que cumple la Patagonia hoy en Chile y en el mundo?
La
Patagonia tiene varios significados, Patagonia chilena y argentina de hecho. En primer lugar es uno de los últimos territorios, yo diría, de
clima lluvioso templado y frío relativamente prístinos que van quedando
en este planeta.
Tiene
un valor ambiental elevadísimo en todo su espectro. Hay una alta
calidad tanto ecosistémica y en términos de endemismo, de especies en
flora y fauna.
Como
lo han denominado organizaciones norteameticanas es una biogema. Es una
joya, es un patrimonio de la humanidad que por causas históricas, un
poco caprichosas, hoy día está en los territorios de Chile y Argentina, o
sea que los argentinos y los chilenos somos los que tenemos la primera
responsabilidad en defender esto y protegerlo para que se conserve como
la joya que es.
La
Patagonia es un patrimonio de toda la humanidad y ojalá fuera visto así
para que todos los seres humanos de este planeta, los que pudieran -
porque hay gente que está sufriendo tanto con problemas terribles como
la guerra- también ayudaran a protegerla.
Tiene
un valor también simbólico de lo último, yo digo semiprístino porque en
realidad siendo súper realista, durante los años 30 y 40 se provocaron
unos incendios gigantescos que quemaron, según los cálculos, cerca de 4
millones de hectáreas en la Patagonia chilena, entre la región de Aysén
y Magallanes y esto se puede ver a simple vista. Tu ves en ciertos
sectores los bosques quemados y los palos parados. Por esto yo soy muy
cuidadoso de decir la Patagonia prístina porque eso no es así, eso es
una idealización. Sumar a esta situación el sobrepastoreo con las ovejas
que han generado impactos ambientales bastante severos.
Entonces
el valor simbólico es de dónde vamos a parar a parar con el
desarrollismo, ¿hay alguna frontera?, ¿hay algo que vamos a respetar y
dejarlo lo más intocado posible?. El desarrollismo de ultranza que esta
literalmente acabando con las áreas silvestres, la naturaleza salvaje en
este planeta.
Un
norteamericano dijo “Si podemos salvar la Patagonia, podemos salvar el
mundo”. El corolario es un poco terrible “Si no podemos salvar la
Patagonia, no podemos salvar el mundo”. Este aspecto simbólico lo ve
mucha gente “Last wild frontier” , que es bastante sintomático de que
tanta gente de todo el mundo venga a visitar la Patagonia. Por algo hay
este turismo y asombro, porque la Patagonia asombra.
¿Vamos
a respetar, a conservar esta maravilla? Todo el planeta entero era o es
todavía un milagro y una maravilla, pero está muy degradado
desgraciadamente por la mano humana y la Patagonia representa entonces
esa especie de última frontera en este sentido.
¿Cuál es tu visión de la Patagonia a nivel global en los próximos 20 años?
Nuestra
visión es muy clara. Nosotros por algo creamos el Consejo de Defensa de
la Patagonia, porque pensamos que es un territorio que debiera ser
conservado absoluta y totalmente por muchas razones, las que expuse y se
suma el tema cultural también. Hay un alto valor cultural en la
Patagonia, de las culturas ancestrales, indígenas a la cultura Colona
más reciente, que también es un patrimonio tan rico quizás como el
patrimonio natural.
Incluso
lo que está haciendo Kris y Douglas Tompkins es restaurar ese sector
pequeñito del valle de Chacabuco y es impresionante como la naturaleza
retorna si le das la chance.
Entonces
vemos un potencial tremendo para la contemplación, por supuesto para un
turismo muy respetuoso, horizontal, diseminado, ojala que no de lounge,
para los ricos, elitista, sino involucrando a toda la población local.
Es
curioso porque según las teorías catastrofistas de James Lovelock, la
Patagonia es uno de los territorios que ofrece las mejores condiciones
para resistir el cambio climático y esta especie de desastre ambiental
que se está cerniendo sobre este planeta. La presencia todavía de masas
de hielo que son reservas tremenda de aguas y glaciares y ventisqueros
que están desapareciendo en gran medida en todo el mundo, incluyendo la
zona central de Chile donde se están derritiendo a una velocidad
vertiginosa, en la Patagonia hay una presencia de 17 mil kilómetros
cuadrados de campos de hielo norte y sur. Entonces se convierte en la
segunda o tercera reserva de agua dulce del planeta. Imagínate lo que
significa frente al tema del cambio climático donde uno de los temas
álgidos es el acceso a agua dulce.
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