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Estadios incompletos, gimnasios mal diseñados y construidos, medidas de canchas no reglamentarias, implementos mal especificados, superficies no aptas, iluminación deficiente, ventanas tapadas con mallas, falta de camarines y SSHH, sumado al poco cuidado y mantenimiento de nuestros recintos deportivos; es la constante novela que deben lidiar los deportistas ariqueños tanto de elite como del ámbito amateur de Arica.

En la reciente sesión del Consejo Regional, me vi enfrentado a un gran dilema, casi existencial, al momento de estudiar y decidir votar por el proyecto IND de “Mejoramiento del Estadio de Trabajadores de Arica-CANADELA” solicitud  de $1.200millones para el pago contra recepción del mejoramiento de la cancha de futbol por una nueva superficie de pasto sintético, una media pista sintética para entrenamiento del atletismo  (3 carriles por 400ml) y una nueva estructura sombreadora en tenso estructura (lona tensada).

Más allá  de entender que  por años el “Estadio Isidoro Caqueo Guzman”, ha sufrido postergaciones  y precisamente ahora se está presentando una iniciativa que “resuelva” las necesidades que por años ha mantenido  el complejo deportivo. Precisamente es el incumplimiento a importantes necesidades o dicho positivamente, el cumplimiento parcial de las necesidades del recinto deportivo, dejando de lado importantes partidas como es el mejoramiento de los servicios higiénicos, camarines de jugadores  y árbitros, y principalmente el mejoramiento del sistema de alumbrado, me entregaron argumentos fundados, previa excusa a los deportistas y al presidente de la Liga, de abstenerme de aprobar este proyecto por cuanto una vez más veía como un mal proyecto (o proyecto incompleto) soluciona solo en parte las necesidades de los deportistas en nuestra ciudad y no se compromete con solucionar definitivamente los requerimientos de nuestros deportista, jueces y dirigentes.

ABSTENCIÓN FUNDADA.

Hablar de 1200 millones de pesos supone una gran inversión pública, sin embargo esta cifra se torna ofensiva cuando entiendo que con  dichos recursos no  están  resueltas todas las necesidades que sufren los deportistas  que hacen uso del citado Estadio.

Los fundamentos para el voto de abstención se resumen en lo siguiente:

ü  La presentación del proyecto expone la necesidad de aumentar el uso de la cancha para la actividad deportiva, estimado un uso de 77 horas semanales (11 horas diarias), sin embargo no consulta el mejoramiento de las torres de alumbrado; así es que lo deportista seguirán con el deficiente sistema actual, al que solo le falta “pegar un cascabel” al balón para seguir jugando.

No se consultó en esta etapa, única y exclusivamente porque no se quiso, ya que las explicaciones de elaborar un proyecto complementario que permita instalar un nuevo cierre perimetral, mejorar la iluminación y los servicios sanitarios, no tiene argumento técnico ni normativo. A mi entender las condiciones sanitarias de los camarines y SSHH públicos, que afectan directamente la salud de las personas, no pueden ser postergadas, y no existe explicación metodológica para no haberlas considerado.

La respuesta a estas observaciones vino de inmediato, “haremos un proyecto complementario” para incorporar estas obras pendientes, pero la pregunta inmediata es ¿Por qué esperar y no hacerlo bien a la primera?

PRONTUARIO DE ERRORES

Tal como señalaba en la introducción de esta nota, la paciencia de ver como se desperdicia la oportunidad de mejorar integralmente las necesidades de los deportistas de nuestra ciudad, se me agota, principalmente porque en Arica tenemos una larga historia de malas decisiones al respecto.

1.-Del ya latamente comentado caso de la remodelación del Estadio Carlos Dittborn, donde los recursos iniciales solo alcanzaron para algunas partidas del mejoramiento y no todo el mejoramiento como sí ocurrió con otros estadios de Chile. Finalmente tampoco la nueva administración del IND dispuso los recursos sectoriales y es la región, a través del FNDR los que deben financiar las butacas, el tablero Led, la pista sintética de atletismo y otras obras complementarias.

2.- Fortín Sotomayor. Por ejemplo el diseño  y construcción de una estructura para  un cielo acústico Fortín Sotomayor en el año 1992 convirtió dicha estructura en una trampa para palomas  cuyas excretas caían sobre los basquetbolistas.

Del mismo modo, la decisión de incorporar iluminación natural directa a través de aberturas en los muros, (sumado a los hoyos que se producían en las planchas de fibrocemento)  hace importantísimo elegir el sector de la cancha donde el sol no encandilara la vista de los  jugadores, en aquellos encuentros que se jugaban de día por la escasa iluminación de noche.

2.- Gimnasio Augusto Zubiri: Mismo problema que tuvo el gimnasio Epicentro 1 hoy Augusto Zubiri Rubio,  donde el diseño de su cubierta hace que la luz natural entre directamente  a la cancha, molestando la visibilidad en pleno juego. Tan molesta es esta situación, que al poco tiempo de inaugurado el gimnasio se debió tapar con una “estética” malla raché para mitigar la entrada de luz.

De la iluminación artificial ni hablar, insuficiente y nada de sustentable y menos del equipamiento, especialmente los tableros de basquetbol, los que se fabricaron de manera hechiza, sin cumplir las normas reglamentarias del deporte.

3.- Gimnasio Villa Pedro Lago. El caso del otro gimnasio el de la Villa, un homenaje a la improvisación en infraestructura deportiva,  de tener los  mismos problemas mencionados en los otros recintos, lo más delicado es la dimensión de su cancha, que no cumple en ningún caso las medidas olímpicas para recibir todas las disciplinas deportivas  simplemente porque mal diseñaron las dimensiones de su cancha. Del mismo modo, proyectar la superficie en baldosas y ni hablar de la iluminación artificial.

Ahora obviamente que este recinto si permite muchos usos, pero porque restringirse solo a algunas cuando una obra nueva y sobre toda una inversión pública debe ampliarse a todas sus posibilidades.

Los casos 4,5,6, se los dejo a todos, a modo de comenzar un “Dicom de condoros” para darnos cuenta que en esta “pichanga”, los “deportistas pacientes” la estamos perdiendo por goleada ante “Los recintos a medias”

Es de esperar que los nuevos recintos deportivos, comprometidos por la autoridades de la región terminen con esta pésima racha de  errores que perjudican a los miles de deportistas y aficionados, que en atención a sus urgentes  necesidades se conforman con lo que hay.

Destaco que del equipo de los “deportistas pacientes” existe garra y compromiso para dar vuelta esta goleada, es así como buscando el descuento en esta pichanga ariqueña, el Alcalde ya se comprometió con el  basquetbol ariqueño para un proyecto de mejoramiento integral del Fortín, proyecto que nace de los mismos deportistas que hemos recorrido muchos estadios en Chile  y podemos darnos cuenta cuando las cosas se están haciendo mal. Personalmente me encargaré de aquello, poniendo la alerta al respecto, como lo hago hoy con el Estadio Canadela.