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Ocho poemas componen el libro “Erosmanía” de Luis Mendoza Cordero, donde el poeta peruano-chileno madura el proyecto de afirmación sexual como única defensa, o esperanza posible, para quien, pese a todos los escollos y amenazas institucionales, explora un sentido de la vida y de la identidad humana.

En su primer poemario, Mendoza, o Lumeco como es conocido en el ámbito periodístico nacional, se introduce en los recovecos de la sexualidad, navega por canales plenos de sensibilidad e incitaciones. La obra también reflexiona, entre otros temas, del poder alienante de la sociedad capitalista, de la desvalorización moral e ideológica, con sus consecuencias de ruina y marginación represiva, material y espiritual.

El alusivismo multifacético es uno de los méritos estilísticos del nuevo poemario, su consecuencia es acentuar el resultado irónico de algunas de sus observaciones. Cinco poemas, Agua y Aceite, Aleación, Nudo en el Alma, Tu Casa y Q.E.P.D., fueron escritos cuando residía en Estados Unidos (Miami y Los Angeles), mientras que Alianza Hormonal, Lady Di y En Mi Génesis, se crearon en Chile, donde radica hace veinte años, en Quillota y Arica.

“Erosmanía” salió a la venta en edición de lujo e impresión de calidad, contiene 60 páginas en papel bond extra blanco, fina tapa en couché de 270 grs., con solapa y un creativo diseño de portada, impresa en los talleres gráficos Altamira. Los interesados pueden hacer su pedido a un valor promocional llamando al celular 84255638.

MISION POETICA

Luis Mendoza sostiene que la poesía es vida, es ilusión, es emoción, pero también es compromiso social. “El poeta es un innovador, un irreverente, un constructor y un apasionado de la existencia humana. En la poesía se refleja el alma y el corazón del ser humano. Cuando un poema se lee y se relee, es porque logra interesar, encantar y seducir al público”, argumenta.

Agrega que “la poesía es una herramienta literaria para construir un mundo mejor, una sociedad más digna e igualitaria. Es una bandera de lucha individual y colectiva. Un poeta es un obrero y un soldado que trabaja para incentivar la sensibilidad social y para potenciar valores éticos, estéticos y equitativos de su época”.

Poeta contemporáneo y audazmente urbano, Mendoza puntualiza que su obra busca revolucionar el concepto de hacer poesía desde la perspectiva erótica.

“El erotismo suele ser placentero, entretenido y gozoso, no solo al practicarlo, sino al decirlo, al expresarlo, al escucharlo, incluso al escribirlo y al leerlo, como en este poemario”, postula el vate.

Finalmente, Mendoza argumenta que “hay poesía en todo, en el niño vulnerado en sus derechos, en la adolescente ilusionada con su primer amor, en el obrero que empuña su cesantía con rabia, en la madre que cría con santidad y coraje a sus hijos o en una mujer que por necesidad ejerce el oficio más antiguo del mundo, en los adultos mayores que extienden su piel de recuerdos y en la intimidad de una pareja que se ama sin límites, pero sin traiciones”.