Más de cinco mil los peruanos que cruzan a diario la frontera hacia Chile por razones comerciales o en busca de una mejor oportunidad
Más de cinco mil los peruanos que cruzan a diario la frontera hacia Chile por razones comerciales o en busca de una mejor oportunidad
Para quienes viven en el centro del país, la sola proyección de un viaje al extranjero les implica dentro de su imaginario un largo camino y costos de pasaje de muy difícil acceso. Sin embargo, para nosotros que vivimos en el borde de Chile, pegarse una arrancadita fuera del país es una costumbre tan cotidiana como quien toma un microbús y se va al centro.
Es así nuestra realidad no solo de ariqueños, sino que también de tacneños, que compartimos ciudades tan cercanas, divididas por 56 kilómetros y una gran frontera, que separa países, pero no la cultura compartida entre ambas ciudades. El viaje entre ambos destinos tarda menos de una hora, lo que se puede hacer en un bus o taxi cuyos precios son tan bajos, que en moneda chilena varían entre los mil y 2500 pesos, haciendo más atractivo el movimiento internacional.
Vuelvo Ahorita Y como buena gráfica de esta situación basta dar nuestra mirada rumbo al norte y clavar los ojos en el Complejo Fronterizo Chacalluta, el cual tiene una gran cantidad de flujo de pasajeros entre ambos países, alcanzando como cifra promedio un total de 7 mil personas que cruzan la Línea de la Concordia a diario.
Pero toda esta situación, sumada la buena condición económica y política de Chile, hacen de
Arica una oferta atractiva para muchos peruanos, que ven en nuestra ciudad un lugar con mayores posibilidades de trabajo. Es así que es común encontrar en el Terminal Internacional en Arica, que agrupa mayormente al transporte hacia
Tacna , a cientos de peruanos que no solo llegan con un interés turístico, sino que vienen en su mayoría con un interés
comercial y laboral.
Según cifras entregadas por el
Instituto Nacional de Estadísticas e Informática de Perú , durante el primer semestre de este año 131.600 emigrantes peruanos optaron por arribar nuestro país, transformándose Chile en el principal destino de quienes salen de la nación incaica con un 20,3 por ciento, por sobre Estados Unidos. Y dentro de esta cantidad de extranjeros, muchos ingresan a
Arica solo como una ciudad en tránsito, pues destino final está en Antofagasta, Calama y Santiago mayoritariamente.
Pero más allá de las cifras y números duros, demos una mirada a lo que ocurre con estos inmigrantes que llegan a nuestra ciudad. En primer lugar, muchos de los que vienen a Chile por el día, lo hacen por una razón comercial de compra y venta de productos o porque en su cesantía buscan trabajo y como quien dice voy a buscar “pega” a Chile y vuelvo ahorita.
Trabajar en lo que sea La crítica situación que vive nuestro vecino país y que golpea principalmente a los sectores más pobres de la población, obliga a estas personas a alejarse de su tierra y llegar a nuestro país a emplearse en lo que sea.
Ejemplo de ello son las muchas mujeres que trabajan como
asesoras del hogar, las mal denominadas “nanas peruanas”, que en su mayoría son “contratadas” puertas adentro con un horario de lunes a sábado y sueldos más bien bajo el promedio chileno. Y pese a que mientras el contrato no siga las consideraciones que exige la ley, tanto éstas como su patrón se encuentran en una situación de ilegalidad, hecho que es tan
común en Arica que ya se torna casi lícito, que contratar a una persona para esta tarea es un proceso fácil.
A lo anterior se suma las agencias tacneñas que en la prensa escrita de Arica ofrecen sus servicios de asesoras de hogar. Se trata de oficinas ubicadas en
Tacna que sirven de intermediarios entre las mujeres desempleadas en Perú y los potenciales empleadores chilenos, situación que conocen en la
Inspección del Trabajo e Inmigración, pero que debido al alto número de personas que así se emplean, les es difícil controlar y comprobar las buenas condiciones laborales de la empleada.
Otro caso y que refleja el deseo de encontrar pronto un trabajo, se vive frente al Terminal Internacional en el Parque Diego Portales, lugar que se ha transformado en una gran sala de espera, pues es ahí donde se reúnen centenares de peruanos en espera de una oportunidad laboral. Basta que al parque se acerque cualquier persona “
con cara de buscar a alguien” y de inmediato corren a ofrecerse de pintor, maestro, albañil y cuanto oficio pudieran ejercer.
Sacar a 100Ya en el área netamente comercial entre
Arica y
Tacna , pero del comercio pequeño que se hace entre personas y no entre empresas, repararé en la labor de las mujeres que vienen a vender a la ciudad. Resulta común encontrarse en las poblaciones a estas señoras con polleras y un aguayo de colores en su espalda cargando sus productos para la venta.
Generalmente ofrecen plásticos como lavatorios, bateas o jarros entre otros, los cuales los cambian por ropa o zapatos. Dentro de sus productos también están los discos compactos pirateados, pero de gran calidad externa que al ver su caja y estampa parecen originales y cuyos precios no superan los mil pesos.
Pero el viaje a Arica no solo es para la venta, pues la compra de ropa usada por kilo y fardos en nuestra ciudad es un negocio bastante potente. Para entender mejor esta situación, recordemos que Arica se encuentra dentro de una zona de exención arancelaria, por lo que el ingreso de ropa americana a través del puerto o desde Iquique, es al por mayor y con precios tan bajos que perfectamente es posible comprarse en el comercio detallista un pantalón o una camisa por solo cien pesos.
Es por ello, que el negocio de transportar ropa hacia Tacna es tan rentable y de gran demanda también a nivel de empresas, lo que en el vecino país ha generado grandes discusiones a nivel gubernamental, pues el ingreso de estos productos estaría afectando la producción manufacturera de la zona, lo que derivó en la prohibición de importar calzado y vestuario usado por razones sanitarias. Esta acción no fue bien contemplada en el distrito vecino, quienes reaccionaron con una ordenanza municipal que permite la comercialización de estas prendas, finalmente este problema está en manos del Tribunal Constitucional quien desde este martes observa, a pedido del Ministerio de la Producción, la inconstitucionalidad de la ordenanza.
Y la vida en mi ciudad frontera se teje entre viajes de un lado hacia otro, con chilenos que van a diario a Tacna y con peruanos que llegan todos los días a nuestra ciudad; en una relación de dependencia de ambos lugares que hace rico el intercambio, no solo de productos y servicios, sino que de cultura y costumbres, nutriendo aún más las tradiciones del Perú en Arica y de Chile en Tacna.