fcalp5.jpg [3]

La historia del FCALP está arraigada profundamente a la historia de Arica, casi como si fueran una sola, simbióticamente ambas se mezclan en el devenir del tiempo y se convierte en parte del patrimonio inmaterial de esta puerta norte de Chile.

El ferrocarril nace como parte del Tratado  de 1904 entre Chile y  Bolivia y se inaugura el 13 de mayo  de 1913, con una línea férrea de 440 kilómetros de largo,  que se eleva en la Cordillera de Los Andes a más de cuatro mil msnm.   La construcción  estuvo a  cargo de la compañía alemana  Philipp Holzmann  y tiene siete túneles a lo largo de su extensión.

La construcción del FCALP significó uno de los más grandes desafíos ingenieriles en Chile a principios del siglo XX, ya que su trazado debía vencer una elevada pendiente de mar a cordillera, aspecto que fue resuelto con  un sistema de cremalleras en la sección más inclinada del terreno.

Desde sus inicios el ferrocarril ha transportado de ida y de vuelta mercancías, los habitantes de ambos lados de la cordillera y  turistas que se deleitaban con el sobrecogedor paisaje que cruza  la línea férrea. Actualmente y después de un largo período de reparación y remediación  de la vía, el ferrocarril  está operativo para el  transporte solo carga boliviana que se embarca y  se desembarca en el puerto de Arica.

Se ha escrito mucho sobre este tren y aun mas son las fotografías que ilustran la importancia [4] que tiene un ferrocarril como este. Su singularidad no está  por ser uno de los más altos del mundo, o el paisaje por donde transita,  sino por lo que ha representado y representa, tanto para Bolivia como para Arica.

Cien años de historia de un ferrocarril  estrechamente ligado a la comunidad ariqueña , que hoy conmemora su centenario con la máxima autoridad del país y que desea proyectarse más allá del siglo XXI.