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La actual Constitución es la carta fundamental que ha regido a Chile por los últimos 33 años. Fue firmada en 1980, bajo el régimen de Augusto Pinochet y ha sido reformada 31 veces. Sin embargo, uno de los grandes cuestionamientos sigue siendo su origen. 

"No debemos olvidar jamás que tiene un origen ilegítimo y espurio. La Constitución del ochenta ha sido llamada por alguien, la constitución del gatopardismo, ya que es una Constitución que se cambia, se cambia, se cambia y todo sigue igual", explicó Carmen Hertz, abogada de DD.HH. y firmante del manifiesto por Asamblea Constituyente

Pese a que expertos como Ángela Vivanco, vicerrectora académica de la Universidad Santo Tomás, aseguran que se ha ido democratizando en su ejercicio, con aportes de tribunales ordinarios y también del tribunal constitucional, para otros quedan cambios que, según el ex asesor presidencial Ernesto Ottone, tienen relación con aspectos de contenido e ideológicos.

Las mayores reformas fueron las de 1989 y de 2005. En la primera se establecieron las llamadas leyes de amarre. La segunda fue durante el Gobierno de Ricardo Lagos y terminó con los senadores vitalicios, los designados y la inamovilidad de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, entre otras normas heredadas de la dictadura.