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Este jueves 20 de noviembre se conmemora mundialmente el Dia Universal del Niñ@, recordando que hace 25 años desde la  aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989 por parte de la ONU. El tema de los derechos de nuestros niños, niñas y adolescentes suelen verse desde la distancia, como algo mucho más global, pero en relación a su respecto, ¿cómo estamos en la región de Arica y Parinacota?

Según los datos aportados por el Centro de Diagnóstico Ambulatorio CORFAL, de los poco más de 1000 casos anuales que atienden (derivados desde Tribunales de Familia, Fiscalía, Tribunales de Garantía y OPD) un 29,8% presentan 2 o más vulneraciones de derechos de niños y niñas. Esto quiere decir que las vulneraciones como negligencia parental y/o negligencia maternal están acompañadas de situaciones tan graves como violencia intrafamiliar, maltrato o abuso sexual, siendo esta última la principal temática contingente observada en los diagnósticos locales.

Esto no deja de ser grave considerando que en la ciudad los niños, niñas y adolescentes representan prácticamente un tercio de la población, y que como país no tenemos aún una Ley que garantice que estos derechos no deben ser vulnerados y quienes lo hacen, deben ser sancionados al respecto, situación que en la actualidad escasamente sucede.

Otro antecedente importante respecto a la situación de los niños y niñas que han sufrido vulneración de derechos es que la mayoría de los usuarios atendidos por DAM CORFAL provienen de sistemas familiares mono-parentales, es decir sistemas de familia compuesto por la madre y otras personas en las cuales puede estar presente la  familia extendida u otras no consanguíneas, le siguen niños y niñas insertos en sistemas familiares compuesto solo por familia extendida y en un porcentaje levemente menor niños, niñas y adolescentes cuyo sistema familiar está conformado por padre y madre. Estos antecedentes permiten llamar la atención respecto al rol de los padres en la prevención de la vulneración de los derechos de niños y niñas, ya que uno de los derechos claves es el Derecho a tener una familia.

Precisamente el fortalecimiento de las competencias parentales es la principal clave para a prevención de vulneraciones de derecho, además de psicoeducación para una crianza basada en el buen trato y el respeto, además de la resignificación y reparación de las experiencias de maltrato sufridas no sólo por los niños, sino por sus padres puesto que es un circulo de crianza violenta que se perpetúa en el tiempo.

Y sobre todo, la conciencia social que los Derechos del Niño y la Niña son una responsabilidad social no sólo con nuestro futuro, sino con nuestro presente social, con una sociedad más pacífica y respetuosa. A 25 años de la  aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño, es  necesario y urgente que como país nos pongamos al día y  tengamos una Ley de Garantía de Derechos para nuestra infancia y adolescencia. No podemos ponerles “deberes” a los niños si primero no cumplimos nuestra palabra con sus derechos.