Javiera Mena en Otra Era: La hizo y la seguirá haciendo, aquí y en la quebrada del ají

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<p>Con una presentación que dejó a todos "prendidos", los encendores, los celulares y las cámaras actuaron como antorchas. Aunque nadie pidió Gaviota, dejó en claro que está preparada para el Festival de Viña y lo que venga a nivel masivo. </p>

Javiera Mena [14] está en Otra Era [15]. En Otra. Era que no. Con su reciente disco ha pasado del formato "mi banda y yo" a "DJ show". Y cruzando el umbral de su generación, al siguiente nivel. Con un power "Sailor Moon [16]". Un crisol de estilos y de luces que se reflejó en la diversidad del público del Teatro Cariola este viernes 16 de enero desde las 21:00 horas: desde contemporáneos hasta niños y niñas. Un momentum, organizado por Transistor [17].

El Teatro Cariola [18] ardió. Claro, si afuera hacían 25° grados, adentro habían 35°, fácil. Con el verano de Santiago, sumado al calor humano de alrededor de 2 mil personas, era lógico. De nada servía que una chica de nariz respingada, respingara la nariz. Más aún si Javiera abría su presentación y gira "Otra Era tour" con "Los olores de tu alma" [19]...

Con bata tipo boxeadora, Javiera Mena sube al escenario para darnos golpes de beats al mentón y al corazón que comenzaba a latir al ritmo de sus canciones electro-pop de sus discos "Esquemas Juveniles" (2006), "Mena" (2010) y, obvio, "Otra Era" (2014). Bailaban pololos con sus pololas, pololos con sus pololos y pololas con sus pololas. Y solos. Y solas. O en grupo. Todas las combinaciones de amores posibles llegaron a la cita. Todos "Menamorados" [20], como el nombre de su fans club más visible con cartel y todo desde la platea alta.

Y de la bata de box al chalequito peludito, Javiera toca "Joya" [21]. Rudeza en el ritmo, dulzura en las letras. Ella, discjockeando su música y animando con un toque a lo Deadmau5 [22]. Así pasa a "Otra era" [23], canción que da nombre al disco y al concepto, mientras el público aporta "Ua-Uas" al estilo andino. Aquí aparece en escena a quien llamaría "el fantasma de la ópeRap": DJ con máscara, pero con gorro del Bronx, su partner sobre el escenario. Y luego se sumaría su coro "Smile Print", con caritas felices, aunque parecían de leopardo. Un complemento visual y musical estelar para la ocasión.

Javi, la gente está muy loca. Y por tu culpa. El teatro era una discoteca que dio pasó al único invitado de la noche: Andrés Nusser de Astro [24] en "Sincronía, Pegaso" [25], donde hizo gala de su particular registro vocal y su "Game Boy" [26] de soniditos. Mientras tanto, "Hola soy la Mena" usaba su "fierro golpeador de electro-platillos felices" [27].

Era momento de una pausa ante tanto punchi-punchi, y lo hizo con un neo clásico indie-pop de su repertorio: "Sol de invierno" [28] que llegó para quedarse con puro teclado. Y bueno, los encendores, los celulares y las cámaras actuaron como antorchas. Aunque nadie pidió Gaviota, dejó en claro que está preparada para el Festival de Viña [29] y lo que venga a nivel masivo. Acto seguido, sonó "Espada" [30] con introducción "Space Cappelectro Palmástico", creando una atmósfera donde destacaron las voces de ella y el público, además de las palmas. Y también, "el regreso de la Jedi": Javiera moviéndose en el escenario con una espada láser. Si hubiera estado allí George Lucas (creador de Star Wars), seguro habría bailado como C-3PO y gritado como Chewbacca.

Pero más allá de la referencia anglo, Javiera es latina. Vino "Luz de piedra de luna" [31] pegada a "Ritmo de la noche" [32] de The Sacados. Y las referencias a "Muévelo, muévelo" [33] del General o que "El Ritmo no pare" [34] de Patricia Manterola resuenan por ahí en la memoria radial de los placeres sin culpa. Y por eso brindamos. Ella brinda en realidad, con una copa de vino; su trago favorito, confiesa. No se lo toma "al seco", como pedíamos todos. "Es que si no, esto no funciona", bromea. Le creemos. La aplaudimos. Y sigue.

"Como dice un amigo, 'un corazón que ama siempre es joven'", expresa Javiera antes de interpretar "Esquemas juveniles" [35], haciendo referencia al "lolerío" presente. Y continúa "Al unísono" y "Yo no te pido la luna" [36] de Daniela Romo, el momento kitsh-dance con el que Javiera Mena se despide por primera vez.

Pasadas las 22:30 hrs. el Teatro Cariola hacía estragos. Javiera vuelve, con un display de botellas de agua que comparte con los presentes. Es que el Bis vendría recargado. "Empieza otra era con todos Uds... en lo único que creo hoy es en esto, en lo que pasa entre Uds. y aquí (el escenario)", dice. La gente aplaude y le dice espontáneamente "¡mijita rica!". A mí me parece una forma de revelarse a la sociedad desde lo vivo y en directo. Es hora de pasar "Al siguiente nivel" [37] en versión electro-progresiva, -guardando las (des) proporciones- como un "Mira Niñita" [38] de Los Jaivas, tan sintético en el sonido como orgánico en la reacción del público.

Fue un momento de colección, como los souvenirs que recibían al público en la entrada. Lentes [39], llaveros, collares y poleras de esta pequeña-gran-guerrera-animé en que se ha convertido Javiera Mena. Muchos quedamos pidiendo agüita, otros comprando "quequitos mágicos" a la salida del recinto de San Diego #244. Sin duda que el registro perdurará en la mayoría, tanto en su memoria como en su memory, gracias a los innumerables tubos "pa' la buena selfie" con smatphones que se alzaron esta noche. #JavieraAsí [40], la hizo. Y, a la luz del tremendo show de una hora y media de canciones [41], la seguirá haciendo, aquí y en la quebrada del ají.