Lo barato cuesta caro. Hoy los ariqueños tenemos la misión de contratar a los maestros locales.
Titulo Exterior:
Los “Maestros” Forasteros
Lo barato cuesta caro. Hoy los ariqueños tenemos la misión de contratar a los maestros locales.
Todos nosotros hemos visto la gran cantidad de peruanos ofreciendo mano de obra barata en el terminal internacional de nuestra ciudad. Aquí un poco de poesía y mucho de verdad...
Todo comenzó, como una vorágine
“maestros" del vecino país, que cobraban menos
Celerosos para terminar las obras,
Tranquilos,“no pasa nada” es su dicho
Se les puede ver en Avenida Portales.
Todo cambia, en esta vida
Así como se ajusta el sol milimétricamente
Cada día,
Ajustaron sus precios, con control social
Y hoy no hay diferencias con los valores locales.
Pero más aún,
Se presentan generalmente, con “chapas”
¡Acá todos nos conocemos, por la chapa!
No hay nombres reales,
Y no es una inocentada.
La Señora María, mujer mayor y trabajadora
Noble y confiada,
Cotizó una obra, la oferta fue casi 3 veces menor
A otras de maestros locales,
El “maestro” trajo su “huevo”, carretilla y hasta ropas.
La maravilla de la globalización, en Arica
Ganada la confianza, el “maestro”
Pidió un adelanto importante, razones familiares dijo,
Pero “chapas” fue succionado, por la tierra
Y de él, nunca más se supo.
Fin del mundo de las maravillas,
Comienzo de una nueva realidad.
Hay muchos casos similares,
Hasta “simpáticos”.
El “petiso” comenzó la obra, junto a “soldado Iván”
Como la meta es urgente,
Cada uno comenzó, por cada extremo
Al llegar a la unión se asemejaba a la ruta del tren
Juntos, pero paralelos por la vida,
Moraleja: Es recomendable contratar maestros locales, ubicables y de más palabra. Lo anterior es la descripción de una realidad objetiva y real.
Otra moraleja; muchos no son “maestros”
Ayudantes, digamos generosamente
Y desprecian los niveles y las lienzas,
"No pasa nada", dicen
Muralla abajo, un cefalmín y un chau doloroso.
¡Alertas! Lo barato cuesta caro.
Por hoy, la misión es contratar a los maestros locales.
La seguridad está primero, una persona que no se identifica debida y astutamente, no puede ser confiable. Jamás hay que adelantar pagos, hay que poner atención con las llaves y no facilitarlas. Por otra parte hay que tener la certeza de que realmente saben hacer su trabajo, pero lo ideal es contratar a nuestros maestros, quienes, conscientes de esta competencia foránea, que es una realidad, igual deben optimizar su calidad de trabajo. Ellos establecen un buen diálogo con sus contratantes y tienen el valor de la responsabilidad.