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La madrugada del sábado 3 de enero pasado, un grave accidente de tránsito despertó a vecinos de calle Barros Arana, luego de que el automóvil -marca Toyota, modelo Vitz-,  atropellará a un peatón, para luego terminar incrustado en un grifo de agua en la intersección de Óscar Quina.

A la llegada de Carabineros, testigos del hecho relataron que, tras una desenfrenada carrera por el sector, el conductor del vehículo arrolló a una persona, que dejó en el sitio del suceso y sin prestarle auxilio.

Posteriormente, personal de la Sección de Encargos y Búsqueda de Personas y Vehículos (Sebv) de Carabineros, por instrucción de la Fiscalía, iniciaron una investigación que los llevó a dar, en horas de la tarde de ese sábado, con el paradero del conductor.

De acuerdo a las diligencias efectuadas por la Sevb, el conductor habría asistido a una fiesta al Centro de Eventos Paradise ubicado en calle Barros Arana, donde ingirió licor. Luego, tomó su automóvil y en el camino ocasionó el atropello de un hombre, quien resultó con lesiones de carácter grave, quedando hospitalizado en el Hospital Regional Juan Noé Crevani.

Luego de confesar los hechos, el sujeto fue sometido a un alcotest, el cual arrojó que tenía 0,63 miligramos de alcohol en la sangre, por lo que fue detenido y formalizado en horas del domingo 4 de febrero.

El Jefe de la Sebv, teniente Felipe Delgado realizó un enfático llamado a no conducir si se ha bebido alcohol.

Delgado explicó, además, que “huir del lugar del accidente sin prestar la ayuda posible, constituye una infracción con sanción penal, ley que rige para todo conductor que participe o se vea involucrado en un accidente de tránsito, sin la necesidad de que sea el causante del mismo o el culpable”.