Titulo Exterior:
¡Qué se vaya la Señora Provoste!
No ha sido la única responsable de pérdidas de dineros de todos los chilenos, pero en alguien –poderoso, representativo y figura clave del gobierno- la oposición tiene que fijar el ojo. <b>Por José Martínez</b>
Yasna Provoste tiene responsabilidad directa o indirecta en los indebidos pagos a los sostenedores de colegios. Ella es la cabeza del Ministerio de Educación y, por ende, debe responder.
De allí que la oposición aliancista haya presentado una Acusación Constitucional en su contra. Sólo –desde el ángulo derechista- Joaquín Lavín se resta a esta crítica a los errores o malversaciones cometidas en el espectro del Ministerio de Educación.
Yasna Provoste pagará por todas aquellas autoridades concertacionistas que casi durante veinte años se han dado un festín económico a costa de todos los chilenos. Las cantidades que Chile ha perdido en ese lapso de tiempo suman varios miles de millones de dólares. ¿Cuántos hospitales, cuántas casas, cuántas otras cosas se pudieron haber hecho con esas platas?
Ya sabemos que la mayor cantidad de la cuenta fiscal proviene del cobre; pero también de los numerosos impuestos que los chilenos debemos cancelar.
Impuesto por atención médica, impuesto por locomoción, impuesto por el azúcar, impuesto por la leche, impuesto por el pan; impuestos, impuestos e impuestos.
Hasta por su casa la gente de clase media, debe pagar impuesto. Por un sitio, impuesto. Y éste último multiplicado en los últimos años hasta en tres veces. ¡Una vergüenza! Aunque hay que dejar en claro que la oposición a la Concertación, también es responsable de estos tributos que pagamos todos.
Yasna Provoste asumirá los pecados cometidos por todos sus antecesores. Antecesores que fueron responsables de platas mal destinadas a “cultura” a través del FONDART y otros entes que manejaba el Ministerio de Educación.
Aún en ese Ministerio funciona el CRA (Centro de Recursos del Aprendizaje), que destina todos los años cientos de millones para la compra de publicaciones.
Obviamente los favorecidos con dichas compras son elementos concertacionistas, algunos aliancistas y otros. Permanecen años en el catálogo que hace el Ministerio y que se destina a miles de colegios que sólo pueden comprar los productos que les ofrece el catálogo.
Este dilema que lleva ya más de diez años, tampoco lo resolvió Yasna Provoste.
Ella pudo mirar qué sucedía en el CRA. No lo hizo. Es responsable también.
Pero,
en una lucha de poderes, de facciones y de intereses políticos ambiciosos, ella es también una víctima, a pesar de que es una víctima que tenía un sueldo millonario y por lo tanto sus padecimientos, cuando se vaya, no serán tantos.
Al salir Provoste de uno de los Ministerios más turbios, la unión concertacionista, se debilitará.
Si esto sigue así: Una Concertación ensuciada de delitos económicos, nada de raro sería que se abriera la puerta para que la derecha y sus nuevos aliados, obtuvieran el gobierno en 2009.
Para salvar su continuidad en el Palacio de Toesca, el gobierno deberá, como se dice en buen chileno, “tirar toda la carne a la parrilla”.
Ya hizo un gesto reciente: el bajar en $50 el valor del litro de bencina.
Gestos anteriores son el subsidio habitacional, la integración de nuevas enfermedades al Plan Auge, pensiones a dueñas de casa…
Pero hay carencias: en Salud falta comprar más instrumental médico, contratar más personal y mejorar sus sueldos, al igual que el de los profesores, también deben mejorar las pensiones mínimas y ello porque el costo de la vida se ha disparado.
También el gobierno debe pensar en presentar un proyecto para reducir las contribuciones que pagan las propiedades. El estamento más afectado es la clase media, y si ello no ocurre, es indudable que la clase media no ideologizada políticamente o no favorecida con trabajos fiscales, va a optar por darle la espalda al que sea candidato concertacionista.
Hay muchos más problemas que el gobierno puede ayudar a solucionar y con ello salvarse a sí mismo. Para eso cuenta con nuestro propio dinero (los impuestos) y con el dinero del cobre, elevado extraordinariamente, que se supone es de todos los chilenos. La caja fiscal es enorme hoy.
Si el gobierno opta por la opción de “tirar toda la carne a la parrilla”, ahora, puede encaminarse a un quinto mandato.
Si no es así… ay… ay… ay. No vaya a ser que en menos de dos años más lamente no haberlo hecho y que un nuevo gobierno sea el que prepare la gran parrillada con el dinero ahora acumulado. Total: Es dinero de Ud. y de mí; de nuestras riquezas mineras, de todos nosotros.
¿Qué esos recursos se pueden agotar? Igual lo agotarán los magnates extranjeros que explotan nuestras vetas mineras; pero hay mucho más mineral…Y además tenemos una tierra fértil (como decía don Alonso de Ercilla), un mar riquísimo y muchas otras fuentes de ingresos. Los hijos de los hijos de nuestros hijos igual tendrán un país rico…el único problema será que no se lo contaminen.
La mayoría de los chilenos se rige por los hechos que le favorecen. Por ello el gobierno debe mirar a los más desfavorecidos por los salarios: hay que mantener mano recta con los abusadores económicos y los especuladores. Hay que intentar equilibrar la balanza en el medio.
La gente se conforma con un buen y digno pasar: ¿Es eso tan difícil de lograr?
Los idealistas auténticos, los soñadores de utopías, son ajenos a ello. Críticos de la sociedad no irán a sufragar o anularán su voto. Muy respetable posición, como mucha juventud que no desea participar de tales elecciones. Gente de enorme valía, de principios grandiosos, hermosos y límpidos…conforman parte de ese mundo utópico.
Pero volviendo al momento actual de Chile la salida de Yasna Provoste del Ministerio significará una alerta para Bachelet y compañía. Por ello: ¡Qué se vaya Yasna!FOTO