Presidente Ricardo Lagos Escobar ha promulgado nueva legislación que posibilita que menores entre 14 y 16 años puedan ser sometidos a penas de prisión.
Titulo Exterior:
Nueva Justicia para Jóvenes
Presidente Ricardo Lagos Escobar ha promulgado nueva legislación que posibilita que menores entre 14 y 16 años puedan ser sometidos a penas de prisión.
El Presidente de la República
Ricardo Lagos promulgó una ley que cambia la justicia penal para los menores de edad, con una reforma importante en materia de imputabilidad, la que comienza a regir desde junio del próximo año,
la cual establece, en opinión del Primer Mandatario un sistema severo, pero justo, con apego a las garantías del debido proceso.
El nuevo sistema acaba con el sistema de discernimiento para determinar si el menor es imputable.
La nueva ley establece
duras sanciones para los adolescentes que se vean envueltos en delitos graves, pero teniendo presente la necesaria reinserción social. La reclusión no podrá ser superior a los 10 años, en el caso de jóvenes entre 16 y 17 años, para los de 14 y 15, no pueden ser superiores a los 5 años de cárcel. Las condenas pueden ser cumplidas en un régimen cerrado o semicerrado en recintos bajo administración del
Sename , pero con custodia a cargo de
Gendarmería . Se establece, además
en cada región un Centro de Reclusión Juvenil para tener acceso a programas y talleres, los cales serán fiscalizados por un juez de garantía.
En los casos de penas no privativas de libertad se contempla la figura de la
libertad asistida, en la que el menor estará a cargo de un monitor, a quien debe dar cuenta de sus actividades, prestación de servicios a la comunidad, reparación del daño causado, multas y amonestaciones.
MODERNIZACION DE LA JUSTICIAEsta nueva legislación debe considerar también la puesta en marcha de un proceso de modernización de las instituciones relacionadas con la justicia, haciendo especial énfasis en
la reforma procesal penal , igualmente la reciente entrada en vigencia de
los Tribunales de Familia, construcción de infraestructura adecuada y los procesos de rehabilitación de los menores, la colaboración de instituciones especializadas como el
Sename , y otras instancias de participación ciudadana, de manera tal
que el paso de los menores por recintos carcelarios no sea una carrera al delito, sino una efectiva rehabilitación para su incorporación a la sociedad.