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Me colé en el viaje de la gira de estudios de mi hijo y terminé tomando "clases magistrales de marketing" en Bariloche, Argentina. Cresta que son buenos comerciantes, te meten la merca hasta por si acaso. Valor agregado por donde se le mire. Se la creen. Es turismo.

Acá todo es comercio, nadie llora ni regatea, porque todos valoran el trabajo del otro, ya sean comerciantes, artesanos o empresarios. Acá todo el mundo sabe lo que vale y lo que vale el otro. Acá se valora el tiempo y la dedicación de cada cosa que ofrecen. Es maravilloso. 

Ojo Arica: tenemos que hacernos un tipo de limpieza de ideas, creencias y actitudes negativas que nos llevan a la carencia y a la miseria. 

No nos damos cuenta, pero entre todos nos hacemos daño, nos tiramos para abajo. Cuando vamos a una multitienda, se compra y punto; sin embargo, al pequeño y mediano comerciante que vende sus productos u ofrecen sus servicios, le lloran, le piden rebajas o -simplemente- le compran fiado y jamás le pagan. 

Cómo deseo que mi Arica despierte de una vez por todas. 

Ver también:

+ ¿Qué hace a Arica una ciudad donde el turista no quiera quedarse y prefiera pasar de largo? [13]