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Muchos recuerdan la película distópica "Mad Max" del director George Miller que muestra un mundo postapocalíptico donde las guerras no se dan por el control de territorios o de los combustibles fósiles, sino por quien tiene acceso a fuentes de agua. Dicho escenario extremo podría ser real, de no ser por la aplicación de tecnología para obtener recursos hídricos del agua de mar, como es el caso de la construcción de plantas desaladoras.

En este escenario -y por su importancia en la agricultura, la ganadería y el consumo humano en la región, en el país y en el mundo entero- es que se hace imprescindible contar con una fuente de recursos alternativa sustentable para garantizar la seguridad de abastecimiento de la ciudad de Arica.

EXPLOTACIÓN DE FUENTES DE AGUAS SUBTERRÁNEAS

Como es sabido, la condición de explotación de las fuentes de aguas subterráneas de nuestra ciudad, en particular en el valle de Azapa, ha generado una demanda sobre los acuíferos que supera la capacidad de recarga sustentable de los mismos, haciendo que esta condición no sea asegurable en el tiempo según dan cuenta informes y oficios de la Dirección General de Aguas (DGA).

En el ánimo de buscar una solución a esta inminente escasez, los senadores José Miguel Durana y José Miguel Insulza se reunieron con ejecutivos de la empresa Aguas Nuevas al objeto de conocer el estado de avance de la planta desaladora de agua de mar que se erige como una alternativa viable de materializarse en la medida que se zanje si la fuente de financiamiento será estatal o privada.

GERENTE CORPORATIVO

Sergio Fuentes, gerente corporativo expuso del proyecto señalando que se trata de una desaladora de 200 L/s de capacidad de producción de agua potable, que permitirá cubrir la demanda del 50% de los pozos del valle de Azapa equivalente al aumento obtenido con la puesta en operación de Lluta, generando un aumento tarifario moderado, pero con un respaldo mayor.

Precisó que el terreno fue asignado y revisado con el ministerio de Bienes Nacionales, analizándose las zonas de concesión marina para la planta desalinizadora, cuyas obras de captación y conducción se estimó inicialmente en MMUS$ 40. Hoy la Sanitaria está a la espera de los procesos que debe llevar adelante la Superintendencia de Servicios Sanitarios.  

SENADORES

Al respecto, el senador Durana dijo que se tomarán estos antecedentes para hacer las gestiones necesarias ante el Ministerio de Obras Públicas y la Superintendencia de Servicios Sanitarios, con la finalidad de que se evalúe un cronograma de trabajo que permita materializar este anhelado proyecto que ya ha traspasado cuatro gobiernos.

En tanto, Insulza, precisó que es indispensable para Arica contar con esta planta porque así se evitaría el deterioro del acuífero del valle de Azapa, indispensable para el consumo humano. “El problema se solucionaría de inmediato con la construcción de esta planta cuyo proyecto está avanzado”.  Por lo mismo, anunció que iniciarán todas las acciones tendientes a su materialización.