Nuevo accidente automovilístico en Arica: ¿Tomaremos conciencia algún día?

No puedo salir de mi impacto. Venía por avenida Diego Portales, tomo la rotonda a la altura de Capitán Ávalos para doblar hacia 18, justo al frente de Tambo quemado. ¡¡¡Dios mío, un auto negro en el lecho seco del río!!! Boca abajo, aun giraban sus ruedas, aun nadie bajaba a ayudar. Todos choqueados. Una señora de un jeep que iba delante de mi auto en su cara mostraba su preocupación. Son alrededor de las 18:00 hrs. No pude evitarlo. Fui a la “u” y volví a pasar. Esta vez estacioné mi auto y me bajé. Mientras rogaba que no fuera algún conocido. Miré el auto. Estaba destrozado, pensé en tomar fotos, pero luego de pensar un momento, por respeto a la familia, decidí no tomar. ¿Para qué? ¿Por qué uno siempre ruega que no sea nadie que uno conozca? ¿En qué cambia el destino?
Vi llegar a la ambulancia, bajó, el paramédico se acercó y con sus guantes llenos de sangre hizo una seña que indicaba a carabineros que el conductor había muerto. No lo puedo creer. El morbo intrínseco de mi ser humano me decía “quédate, quizás para saber quien es”…
No pude, salí de ahí. Tomé mi auto y dejé todo lo que tenía que hacer y me devolví a mi casa. Abrí la puerta. Abracé a mi hija y desde ese momento, no he dejado de pensar como en un minuto podemos perder la vida. No se quien era, no se que hacía, quizás por lo bello del auto, tenía buena situación, pero no tenía su vida comprada. Cuando ocurre un accidente se especula si el chofer venía con trago o a exceso de velocidad. Si es un auto con logotipos y enchulado como en este caso, quizás era un joven irresponsable. Pero nada se sabe con certeza, sólo sé que uno como peatón o como conductor, siempre dice que a uno eso no le pasará. y a lo mejor él, hace unos días, meses, años pensó lo mismo “A mi no me va a ocurrir un accidente”
Hace días un joven en moto de 21 años, con toda la vida por delante, pierde una pierna en un accidente. ¿Por qué somos imprudentes? ¿por qué los jóvenes confundimos libertad con libertinaje? ¿Por qué confundimos la libertad que te da un vehículo a los 18 años con libertad para volar por las calles y decidir por tu vida y la de los demás? El gran error creo que esta en que creemos que “nunca nos va a pasar”.
Ahora mientras ocurría el accidente una madre le decía a su hijo de unos 15 años que eso ocurre por ir sin cinturón y a exceso de velocidad. A lo que el respondió: “Si voy lento y otro me choca igual puede pasar…” “si pero la diferencia está en que si tienes un accidente y vas lento tienes posibilidad de salvarte” El hijo meditó un rato: y encontró la razón.
¿Por qué tenemos que vivir las experiencias dolorosas para aprender? Quizá una medida para evitar los accidentes es educar con campañas de alto impacto. Exponer realidades cercanas con dolorosos testimonios de familias y sobrevivientes. Así aprenderán nuestros futuros jóvenes sin tener que causar un accidente automovilístico. No bastan los cursos de educación cívica o educación vial, escenas de alto impacto y pensar en la muerte, nos hacen pensar en lo valiosa que es la vida, lo bella que es… y lo cerca que podemos estar de perderla.