El No gana en Brasil

26 Octubre 2005
Llama la atención que estados más ricos de Brasil apoyen la comercialización de armas de fuego y otros más pobres sean menos partidarios de este comercio
Patricio Vergara >
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(Corresponsal ciudadano/Brasil) Probablemente si el referéndum brasileño sobre comercialización de armas de fuego se hubiera realizado hace cuatro meses atrás el resultado habría sido distinto del sorprendente resultado: "dos de cada tres brasileños (64%) consideran que este comercio debe ser permitido".
Un país donde las tasas de criminalidad son tres veces las chilenas, llama la atención que los estados más ricos del Sur de Brasil (Río Grande do Sul, Paraná y Santa Catarina) sean mayoritariamente a favor de la comercialización de armas de fuego y que, en cambio, los estados más pobres como los del Nordeste sean menos partidarios de este comercio. Un estudio previo de IBOPE mostró que el triunfo del NO era marcadamente claro entre los estratos sociales más ricos de la población y entre los grupos de adultos jóvenes y de mediana edad.
El mensaje parece claro. La población rica, crecientemente amenazada por la delincuencia y que desconfía de la capacidad del Estado para asegurar su tranquilidad y calidad de vida ha decidido auto-defenderse. Una decisión de elevada peligrosidad que se ha visto reforzada con episodios de corrupción policial y de descrédito de la clase política y judicial.
Llama la atención, sin embargo, que los Estados donde los niveles de violencia parecen más elevados como Rio de Janeiro, São Paulo, Espírito Santo y Pernambuco tengan resultados menos categóricos a favor de la comercialización de armas de fuego, todos ellos inferiores al resultado promedio nacional a favor del NO.
Pareciera que quienes conviven con la violencia no están plenamente convencidos que ella se resuelve por el hecho de que cada vecino se arme. La violencia está entronizada en la sociedad brasileña y se alimenta de las desigualdades sociales, la corrupción, la ostentación y la lasitud moral. Algo que frecuentemente se menciona entre los especialistas y comentaristas brasileños, como acaba de mostrar un reportaje de esta semana de la principal Red de TV, O Globo. Probablemente este NO es un intento de apagar el fuego con gasolina.