Una Fiesta Demasiado Especial

31 Octubre 2005
Alegría, amor y diversión, sobró en la fiesta de la familia que celebró la Escuela F-22
Willy González >
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Tuve la oportunidad de asistir a una fiesta de unos niños que realmente son un regalo de Dios. Andaba con la cámara de fotos y por qué no escribir y compartir lo maravilloso que fue esta jornada a la cual iba por un rato y me quede toda la tarde.
"Fiesta de la Familia", una actividad que año tras año celebra la Escuela Especial F-22 ubicada en la Calle Balmaceda del sector Cabo Aroca. Por qué Fiesta de la Familia, fue lo primero que pregunté, pensé que tenía relación con la iglesia o con la canonización de Alberto Hurtado, pero quien me aclaró el motivo fue Enrique Ledesma, director de la escuela.
“Acá cada niño es un caso especial, no todos tienen padres y madres, a algunos les falta ambos y tienen un tutor del hogar del niño; cada familia de estos pequeños tiene algún drama o algún problema económico, familiar y de diversos aspectos que sería largo nombrar. Y como colegio por esta razón, no celebramos actividades como el día de la Madre o del Padre, puesto que a veces, es doloroso celebrar a una parte tan importante de la familia y ellos no la tienen”.
Es por ello que se celebra esta actividad en “familia” ya que papás, tíos, abuelitos y todos los integrantes de la familia que quieran acompañar a los niños pueden ir, compartir una convivencia y disfrutar de una tarde llena de alegrías y nada más que alegrías.
Personas Especiales
Estamos claros que estos pequeños son especiales, pues poseen algún trastorno sicomotor, mental o físico que los ubican en una categoría de “especiales”... pero más allá de eso se merecen esta categoría de “especiales” porque verdaderamente no creo que existan seres humanos capaces de entregar más amor que ellos, un amor sano, un amor que no espera nada mas que la retribución de un abrazo, una caricia o una cómplice sonrisa con ellos, niños que a pesar de sus limitaciones saben lo que entregan cuando corretean con alguien, tiran un beso o abrazan a las tías del colegio.
Ese amor tan profundo y sincero que no escatima en actos para entregarlo, y ese juego maravilloso de la inocencia marcada en el mundo que cada uno de ellos crea a su alrededor, ese mundo inentendible a vista de nosotros, pero que si tuviéramos un corazón limpio y sano como ellos, no habría ningún impedimento para hacernos parte de la magia en la vida de cada uno de estos chiquititos.
Que alegrías mas grandes y emociones gigantes al verlos cantar, bailar, esforzarse al máximo por hacer bien la tarea encomendada, un genio cambiante a veces, que las tías, con ese amor y paciencia han podido entender, aceptar y llevarlos aun mundo tan maravilloso como el de ellos... gracias también por su labor.
Nada mas que invitarlos a compartir un día con ellos, a introducirse por algunas horas en sus mundos extraordinarios, a sus juegos y conversaciones llenas de amor... si, eso, porque en ellos solo se refleja un sentimiento hacia los demás, el Amor, el sentimiento más grande de todos.
Gracias... a Dios, por haberme permitido conocer sus mundos y haber crecido mucho más... gracias.
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Fotos:
Willy González