Flores en Homenaje a Luksic

El Senador Fernando Flores Labra, en su intervención en el Congreso, con motivo del homenaje póstumo al empresario Andrónico Luksic, clarificó varios conceptos: “soy parte de lo que la Senadora Matthei llama "la Unidad Popular en aquella época". Me tocó negociar algunas empresas con don Andrónico. Tenía 27 años y don Andrónico tenía 45 años. Nunca había oído hablar de él. Yo soy un provinciano de Talca; él es un provinciano de Antofagasta. Por lo tanto, nunca nos habíamos encontrado. Y en las oficinas de la CORFO conocí a este señor, que me pareció raro y extraordinario.
Me tocó comprarle empresas en situaciones no muy amistosas para él, y sin embargo nos hicimos muy amigos. Y nos hicimos muy amigos porque Andrónico me impresionó a mí, con tres cosas que marcaron mi vida en muchos otros aspectos. Si yo tengo algo de empresario, es que tuve profesores, y uno de los profesores fue él. La primera lección que me dio fue decirme: "Mire, lo más importante es el tiempo. Si vamos a hacer algo, hagámoslo rápido", cosa que a veces aquí, en Chile, olvidamos.
Segunda cosa que me dijo: "Mire, lo más importante son las personas que trabajan conmigo, no las fábricas que tengo. Entonces, deme una salida en que puedan las personas tener algo que hacer". Y me recuerdo a los hermanos Radic, a varios otros. Y eso me impresionó mucho. Yo nunca había escuchado eso. Yo era un chico de Ingeniería que no sabía el valor de las personas en aquella época. Lo aprendí con él.
Y la tercera cosa, me dijo: "Mire, yo no estoy a favor ni en contra de los gobiernos. Los gobiernos son para gobernar. Deme las reglas y en esas reglas déjeme operar". Y, bueno, yo no era más que subgerente técnico de la CORFO, pero creo que ayudé a tener esas reglas. Y digo esto porque después, con los años, me tocó transformarme en doctor en Filosofía y escribí libros sobre emprendimiento. Y, en el caso de Andrónico, lo que uno vio es un empresario emprendedor, no un propietario. Se convirtió en propietario. Es decir, que tuvo éxito.
La segunda cosa que vi yo en Andrónico era una tremenda calidad humana que le permitía observar las personas. Se los "cachaba", como se dice en Chile, pero no guardaba rencores. No era inocente, pero no guardaba rencores. Y eso lo aprendí también. La tercera cualidad es mantener activo un mundo de relaciones.
Yo encuentro que esa cualidad nosotros hoy día la estamos perdiendo. Estamos teniendo malas relaciones. Andrónico cultivaba buenas relaciones. Por esa razón, yo creo que en el Gobierno militar no lo entendieron, por el hecho de que hubiera tenido buenas relaciones con la Unidad Popular... ¡No, si tuvo relaciones con alguna gente, entre ellas conmigo, y lo digo con mucho orgullo! La otra cosa que me llamaba la atención de Andrónico era su inmenso cariño por los lugares a los cuales pertenecía. Yo creo que estos países no se mantienen si no hay lugares, no hay gente con amor. Y era un provinciano con inmenso cariño por Antofagasta. Hornito era el lugar más bello del mundo cual él lo contaba. Yo he ido a Hornito un par de veces. ¡Nunca lo encontré tan bello, pero cuando él lo contaba, era bello!
Y lo último que yo quiero decir, que lo he visto en muy pocos casos, y los hay, es que un gran empresario hace de su familia, una familia de empresarios, que tampoco tienen estudios magníficos en escuelas empresariales, sino que la mejor escuela que es la conversación con su padre. Nosotros supimos de la amistad y la generosidad de Andrónico, que visitó a mi esposa cuando yo me encontraba preso durante esos tres años. Muy poca gente se atrevía a hacerlo. Por todas esas cosas, yo quiero decir que me siento orgulloso de un país como Chile, que produce gente como Andrónico Luksic. Si tuviéramos cinco Andrónico Luksic, este país sería un país desarrollado”. Esto fue parte de la intervención del Senador Fernando Flores, en el Congreso Nacional en el homenaje póstumo al empresario Andrónico Luksic.