Guerra de tarifas llega a su fin

Más temprano que tarde, la tensa disputa de precios colapsó. No se podía mantener las tarifas al precio actual, el desgaste de las posiciones, la molestia en los dirigentes del gremio por cómo se ha llevado el conflicto, y la apatía del gobierno por establecer un puente de negociación, hacían presumir un rápido desenlace.
La posición de cada gremio era clara, por una parte los microbuseros buscan revertir la competencia de los taxis colectivos acortando la tarifa entre estos y sus máquinas. Por otro lado, los dueños de taxis colectivos no aceptan aumentar su pasaje y aseguran que no negociarían por menos de 100 pesos de diferencia.
Ante tantas complicaciones y desencuentros, la solución por fin llegó para ellos, cerrando en 300 pesos la tarifa para los taxicolectivos y 220 para los microbuses.
Pero más allá de números más y números menos, pienso que nadie está hablando del problema real, pues si el negocio es el traslado de personas, y hay una baja de los pasajeros, entonces hay que replantear y redistribuir los recorridos. Arica sigue creciendo, existen nuevas poblaciones y no hay nuevas rutas para la locomoción colectiva que supla estas necesidades, y así nos encontramos con la incapacidad de la autoridad de poner en el debate estos temas de fondo, administrando siempre solo conflictos.