Se ha dicho que esta guerra mundial es de todos contra un solo y diminuto enemigo, un virus mortal, expansivo y devorador, al que estamos dándole batalla con diferentes estrategias y armas, pero ninguna tan potente como esta “autobomba inmune” un plasma convaleciente que actúa como un gran ejército microbiano de plaquetas con millones de soldados rojos y blancos, fuertes y letales, capaces de vencer a este despiadado enemigo.

Recientes descubrimientos han convencido a la comunidad médica, puesto que se desarrolla en el propio plasma, el que se extrae y procesa registrando una cantidad importante de anticuerpos efectivos en la sangre de pacientes recuperados quienes le ganaron a la enfermedad.

Los datos duros indican que dos de cuatro pacientes que recibieron el plasma experimentaron una rápida recuperación después de haber fracasado el resto de tratamientos. En la ausencia de una terapia eficaz confirmada, esta es una alternativa posible, abierta y recomendada por distintos organismos nacionales e internacionales

¿Por qué entonces el gobierno no exige a todos los recuperados y asintomáticos que donen sangre para salvar la de otros?

Si fuera así,  podríamos contar con estos “bancos de vida” en todo el país dispuestos para ayudar a otros, considerando que del total de la cifra de contagiados el 50% ya se ha recuperado o algunos no han tenido síntomas, además este círculo virtuoso de donantes  de plasma ayudarían al 30% más crítico del total, que están con tratamientos especiales, de última instancia o compasivos.

Esto debiera ser parte de una política sanitaria de estado, como las tantas que consideran exigencias y obligaciones sanitarias impuestas, entre las cuarentenas, aduanas y cordones sanitarios o toques de queda y que todo el mundo acata y obedece

Ojalá fuera una entrega voluntaria  de cada persona como agradecimiento al estado y su sistema de salud que les permitió salvar su vida y la de sus familias, para que puedan donar generosamente su sangre para extraer este “súper plasma inmune rico en autodefensa”, que podría salvar a otros miles que están en peligro de muerte.

Es de esperar que se tome esta medida ahora antes de perder a miles de donantes,  o sea declarado oficialmente por OMS como un tratamiento efectivo y nos hayamos perdido la oportunidad de guardar miles de unidades  de este arsenal  hiperinmune que le haría frente a esta cruel pandemia.