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Poesía Etnocultural: Pedro Humire Loredo poeta peregrino

19 Agosto 2020

Investigadora analiza la obra del fallecido poeta peregrino aymara.

Ada Angélica Rivas >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

En agosto, el mes de la pachamama, falleció el poeta aymara, Pero Pablo Humire Loredo, (1935-2020), originario de Socoroma, el pueblo precordillerano, que inspiró su obra, enmarcada en versos que mostraron su espacio vital.

Ver también: La realidad del agua salobre en Arica: Nuestra vida junto a químicos que nos hacen mal

Este poeta peregrino enunció alguna vez: “Es difícil hacer poesía aymara. Es algo que tiene que nacer del fondo del corazón y estar inspirada en una auténtica cosmovisión andina”. Palabras que reflejan el valor creativo de este autor, cuya obra fue analizada por la investigadora de las tradiciones orales aymaras de la Universidad de Tarapacá, Miria Luque Arias, quien indicó que en esta idea de Humire se puede visualizar una definición de lo que es poesía en términos culturales, lo cual se puede comprobar no solo en poemas, textos narrativos y composiciones musicales que escribió, además, agrega que en todos ellos se observa el compromiso con una potente identidad aymara.

MIRADA A LA POESIA ETNOCULTURAL

Miria Luque efectuó un estudio y análisis de la obra poética de Pedro Humire, el cual felizmente alcanzó a conocer este trabajo. La autora de esta investigación señaló: “Él fue un peregrino, pues en innumerables oportunidades recitó, cantó y reflexionó sobre sus raíces ancestrales, en diferentes escenarios de este país”. Lo que no significa que haya sido fácil, pues “este peregrinaje le resultó muchas veces angosto y trabajoso”. Sin embargo, él nunca declinó, “siempre siguió su camino con fuerza y tenacidad, enfrentando los momentos adversos como un viajero devoto de su cultura aymara”, afirmó la autora de este análisis, del cual se muestran algunos fragmentos:

“Corre sikuri, corre,
traed aquellos atadosde cañas sonoras;
y vuelve tocando alegre,
gritando a todos,ha llegado el día.
Urusa purkiwaChuimasa kusiskiwa”.

Esta es la estrofa final del poema titulado Urusa purkiwa, “Ha llegado el día”, cuyos versos permiten pensar en un día alegre en que él estará recitando:

“Ya no llorarás palomita kukuli,
que saltabas tristemente por la quebrada,
ahora tu arrullo se oirá
junto con el agua del río por la mañana”.
Para Luque Arias

En los siguientes versos, indica que estará junto a su madre, parientes que le antecedieron, su guitarra y otros instrumentos, tocando hermosas canciones en un espacio no perecedero; ya que aunque su cuerpo haya dejado este mundo terrenal, la energía y fuerza de su espíritu estarán libres en su querida Socoroma y en todos los lugares por donde él caminó.

“Y tú madre,
que al nacer nos amamantascon aquellas canciones,
wayñus antiguos;
estaremos cerca de tisiempreen el agua y el vientoel sol.
Alegrémonos,hoy ha llegado el día”

OTROS POEMAS ANALIZADOS

Hay un poema que refleja su valor creativo y estético hacia la naturaleza y el terruño amado, titulado: “Agua”, que ganó el II Concurso de Poesía de Pueblos Originarios en lengua Mapudungun, Aymara y Rapanui en el año 2002, y fue publicado con un doble registro, aymara y castellano. El poeta dice que este elemento básico del cosmos es universal.

Según la profesora de Literatura de la UTA, el poema expresa una nítida conexión con recuerdos y añoranzas de un pasado armonioso, indicando que este poeta tuvo que abandonar su pueblo natal, para trasladarse a la ciudad de Arica y luego a la capital para continuar estudios universitarios. De ahí, señala, se puede decir que el vate inició su peregrinaje: Tirúa, Puerto Saavedra, Chañaral, Colchane, Monte Patria y Coronel, donde fallece.

¡Oh que hermosos es!
El agua que canta, hay
el agua de jugar challa
los martes de carnavalcada año hay”.

Miria Luque manifiesta que hay reflexiones en torno a la abundante agua que se pierde en los ríos que desembocan en el mar, lo que es un llamado de atención a la cultura moderna y su tecnología, que no se han preocupado, hasta ahora, de su buen uso. En contraste, al agricultor aymara, que sabe utilizarla en sus regadíos.

Hay una fuerte nostalgia, que se expresa a través de una emocionante descripción poética de Inocencia Sánchez, primera “minka” (regadora) de Socoroma. El poeta simboliza en esta mujer el uso de la tecnología ancestral andina en el regadío de las chacras de aquellas comunidades dedicadas, actualmente, a la agricultura. En los versos describe el amor que se siente por la pachamama, a la cual hay que cantarle y tratarla con cariño, pues ella junto a la lluvia proveerán de una buena cosecha, los versos son un cántico a la tierra y a la naturaleza, sustentadores de la cosmovisión andina: 

“Una mujer está regando la chacra,
Así regando canta,
(…)Una minka riega¡vean allá lejos!”

“¡Es la Inosa…!así como tejiera riegael agua ella llevaa cada mata de papaa cada mata de maíza cada mata de habas, a cada mata de okacon su chipañacon cuidado, con delicadeza.”

En el trabajo de la profesora Luque Arias, se incluye el poema titulado “Parinacota”, que obtuvo un premio otorgado por Ateneo e Ilustre Municipalidad de Arica en el año 1963. El poeta ya manifestaba la soledad y el sentimiento de dolor por la ausencia del terruño, los versos expresan la relevancia que tiene para todo aymara del extremo norte de Chile el término Parinacota:

“Me partes a míy al tiempo,Parinacota de los pedregales,lugar primero, madrugada del Universo(…)”

El poeta exalta y magnifica al pueblo y, por ende, a la provincia que lleva el mismo nombre. Los versos sitúan política y geográficamente al receptor, a través de la potente imagen: “lugar primero, madrugada del Universo” pues, efectivamente, en estos sitios empieza Chile.

Luego seguirá refiriéndose a la descripción de un paisaje altiplánico de fríos, lluvias, vientos y vicuñas que corren huidizas por los bofedales.  Se dirige a esta Parinacota que fue su amiga y cómplice en su juventud, mientras que en la última estrofa se hace nítida la idea de fusión y de añoranza de un pasado de complementariedades y secretos entre el poeta y la tierra amada:

“Nuestra dulce desgracia, Parinacota,
los dos la guardaremos,
no habrá más quien lo sepa.
yo te entregué mi locuray tú me confiaste el frío de tu tristeza
en el lenguaje perenne de América…
todo multiplicará entre tú y yo solamente.
Parinacota, maternal huella encontrada.”

Para la autora de este análisis, en la obra de Humire es posible comprobar que su lenguaje poético nace del fondo de su corazón, pero además estas vivencias y emociones poseen una nítida conexión con la pachamama, pues están inspiradas en su auténtica cosmovisión andina. El poeta peregrino ya habita los espacios del más allá, mientras que acá en la tierra, su poesía seguirá mostrando la esencia de una mirada que identifica al mundo andino.





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